Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El compás de una vida saludable

Jarabe de música

Los beneficios de la audición en muchas patologías están avalados por estudios, aunque se pide cautela

Bajo la conclusión "a las judías les gusta el rock", un trabajo escolar para Ciencias de un instituto gallego resultó premiado por observar cómo los brotes germinaban a distinta velocidad, mientras en el entorno sonaban diferentes estilos musicales. La anécdota, de escasa fiabilidad científica, sí vale para ambientar el interés cada vez mayor de la población de los efectos de la música sobre los seres vivos. Ante la proliferación de estudios, el último esta semana, los expertos piden cautela. Como en todos los ámbitos médicos, no todo lo que se anuncia a bombo y platillo está avalado con el rigor científico necesario.

Sin ir más lejos, un estudio recién publicado concluye que la música clásica mejora la calidad de vida de enfermos cardiovasculares, concretamente mejora la situación de personas con angina de pecho estable. La investigación, realizada por investigadores asiáticos, observó una mejoría cuando escuchaban esta música dos veces al día durante un período de un mes. La investigación ha sido publicada en la revista "International Journal of Clinical Medicine" y del ella se hizo eco la Fundación Española del Corazón".

"La música tiene efectos sobre las emociones, que a su vez se traducen en cambios biológicos como la disminución de hormonas de estrés, la reducción de la frecuencia cardiaca o la reducción de la presión arterial", asegura Regina Dalmau, cardióloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid y miembro de la Fundación Española del Corazón. Reconoce que no es fácil demostrar los efectos biológicos de la musicoterapia a nivel experimental, pero enfatiza que buscar cambios que reduzcan el estrés puede tener beneficio terapéutico.

Entre las personas que más sabe de musicoterapia en España se encuentra la gallega Montserrat López Merino, presidenta de la Asociación española del ramo y también de la gallega -pero más conocida por su segundo apellido-. La experta quiere aportar cordura. Resta credibilidad, por ejemplo, a ese ensayo que relaciona la mejoría de la angina de pecho con escuchar música clásica: "No tiene una sólida base científica, además de que de ningún profesional de la musicoterapia avala ni respalda esta supuesta aplicación de la música a la salud", asegura tajante. Sin embargo, dirige a otros programas específicos que usan la música para pacientes con alzhéimer o de oncología pediátrica. Ella misma creó alguno. "Cada parámetro del sonido y la música está relacionado con aspectos concretos de la personalidad, la comunicación y la consciencia. Resuenan y se conectan con partes del cerebro", asegura Montse Merino en su modelo "Casa Baubo" de investigación científica en Musicoterapia.

Precisamente es el director del Conservatorio Superior de Música de Vigo, Rafael Yebra, quien nos dirige al modelo educativo de Merino, porque "tiene base científica" y está basado en psicoterapeutas acreditados.

Más discordia ha despertado un estudio que supuestamente prueba que, a las 16 semanas de gestación, los fetos los oyen y responden a sonidos musicales recibidos por vía vaginal. El trabajo, que fue publicado esta semana en la revista británica "Ultrasound", concluye que la única forma de que la música penetre en el útero casi insonorizado y provoque una respuesta de la criatura es a través de la vagina. Un centenar de embarazadas participaron en el ensayo clínico. Y el aparato -que ya se comercializa con el nombre de Babypod, por unos 120 euros-, es un altavoz de silicona que se introduce en la vagina y del que cuelga un cable que se conecta a un reproductor musical. Tras analizar vía ecografía a los fetos, que "escuchaban" música de Paco de Lucía o Johann Sebastian Bach, se pudo ver que abrían la boca, sacaban la lengua o se despertaban.

Por recurrir al plano médico, el doctor David Gómez, ginecólogo en Ourense, sexólogo y presidente de la Sociedad Gallega de Contracepción (SOGAC) es uno de los que relaciona este estudio con cierto "interés comercial". También llama a la reflexión. "No hay necesidad de ponerle música a un feto. Es cierto que tiene una base biológica: que el niño escuche el sonido y tenga sensaciones, pero no sabemos qué siente, o si es bueno. Tampoco hay evidencias de cambios en el desarrollo o en crecimiento que avalen que es positivo", expresa. En opinión de este experto, "es difícil de percibir y también de demostrar". Y es que muchas veces los fetos se mueven en las ecografías sin saber exactamente por qué. "Hay que cogerlo con cautela porque aún no hay más estudios. Además de que los fetos no tendrían la capacidad de recordar la música, porque la memoria no se configura hasta unos tres años". David Gómez explica, sin embargo, cuestiones positivas. "Lo que le de tranquilidad a la madre, se transmite al niño o niña", explica. "El feto reconoce los sonidos y hay un estudio que muestra que puede distinguir la voz del padre y de la madre, pero no está demostrado que interactúe directamente con la música o que le provoque un beneficio", resalta. "Tocarle, hablarle, darle caricias sí puede ser beneficioso para la embarazada y, por tanto, para el niño". Este médico también asegura que los bebés en el vientre materno se mueven más con ruidos fuertes, por su experiencia. Y desaconseja someterlos a mucho ruido.

Quien trabaja directamente con la música para los bebés, pero una vez han nacido -y acompañados de sus padres- es la profesora de "Bebebaba". Se trata de un proyecto piloto del Conservatorio Mayeusis de Vigo, que va dirigido a bebés de 0 a 24 meses y sus padres. "Este proyecto se organiza en clases semanales de 30 minutos, respetando el tiempo de concentración de los bebés, con un máximo de 8 bebés por clase y divididos en 0-12 meses y 13-24 meses", explica la docente, Sara Silva da Costa. "La metodología utilizada está basada en Edwin Gordon, un pedagogo e investigador estadounidense que visitó la Fundación Mayeusis en su primer viaje a España hace 15 años". Se trata de un descubrimiento de sonidos, ritmos, texturas, el cuerpo físico, voz, la relación con el otro y el espacio, emociones, así como expresiones y vibraciones.

Sara Silva da Costa, la maestra, ha estudiado y trabajado con Helena Rodrigues, discípula de Gordon. Usan una vía "conductual y muy simbólica" ya enraizada en la cultura pedagógica. La experimentación y el descubrimiento son muy valorados. "Las etapas de aprendizaje también son distintas, por eso defendemos un sistema similar al del lenguaje; primero escuchamos, después imitamos, pensamos, improvisamos y, por fin, nos expresamos a nivel gráfico", asegura la docente.

En práctica, los bebés son expuestos a un vocabulario musical lo más diversificado posible a nivel tonal, métrico y de estilo. Le son dadas las herramientas para que puedan comprender y exprimirse musicalmente. La voz es el instrumento privilegiado, como nuestro primer instrumento y nuestra primera vibración. El movimiento, asociado a la música y a los conceptos musicales también son trabajados, como forma de desarrollo psicomotor y creación de la conciencia corporal, esencial a la comprensión musical. "Aquí escuchamos a los bebés y ellos aprenden a escuchar el mundo de los sonidos, contemplando, concentrando y comunicando según su lenguaje y su individualidad", asegura. Acompañados por sus padres, el vínculo materno-paterno es exponencial.

El presidente de la Fundación Mayeusis en Vigo, Felipe Estévez reconoce que "cada vez hay más estudios que avalan los beneficios de la música". Estévez sostiene el fin socrático de conocerse a uno mismo para ser feliz y -basándose en él- asegura: "Que cada uno vaya encontrando su canción, su nota, como en el pentagrama de una orquesta". Para el expert es evidente que "el sonido tiene un poder muy potente sobre el ser humano, porque ya está en el ADN espiritual". Felipe Estévez aporta su visión: "Yo soy de los que piensan que somos sonido antes que luz; una vibración sonora", expone. "Creo que la conexión es tan profunda que todo lo que significa sonido interactúa con nosotros", enuncia.

El sonido para mejorar distintas áreas cerebrales

  • Favorecer la manifestación de tensiones, paliar miedos, actuando como alivio y disminuir la ansiedad o conseguir un mayor equilibrio mental y emocional a través de la música son algunos de los objetivos del "Modelo Casa Baubo". Los programas van dirigidos a un amplio abanico de personas, desde víctimas de violencia de género a niños o adultos con cáncer, o personas que sufren neurosis, psicosis, depresión o toxicomanías. Este modelo ha sido creado por la presidenta de la Asociación de Profesionales de Musicoterapia de España y Presidenta de "Agamus", Asociación Galega de Musicoterapia, la profesora Montse Merino. Y precisamente ella acaba de llegar de Oslo para presentar el programa a nivel educativo en el marco del octavo Congreso Nórdico de Musicoterapia.La demencia, el mutismo, espectro autista, parálisis cerebral infantil o situaciones vitales en las que la comunicación y la consciencia son difíciles por motivos emocionales también son objeto de su trabajo. La formación que imparte , también para niños de hasta 4 años ( "Sonando desde la raíz") ha sido reconocida de interés científico por la Consellería de Sanidade y, además de haber trabajado en hospitales gallegos, hay espacios educativos fuera de Galicia donde aplican el "Modelo Casa Baubo" como colegios públicos de Tarragona -de 3 a 12 años-.Tras asistir también a la reunión de la Confederación Europea de Musicoterapia (EMTC), Merino asegura. " Llegamos a la conclusión de que es muy importante estar bien comunicados con Europa y cumplir con los requisitos acordados entre los 28 países en tanto a la cualificación y acreditación profesional". Se han mostrado muy críticos con el intrusismo del sector: "Entre las decisiones a las que llegamos está la de igualar los requisitos profesionales a los europeos y actualizarlos en España. Existe un comité español de acreditación, del cual forma parte APM y va a ser necesario actualizar los registros profesionales hechos hasta ahora, pues los criterios anteriores no estaban al nivel europeo", explica."Será muy positivo para la profesión y para evitar el intrusismo profesional, que cualquier evento relacionado con la musicoterapia o donde figure la palabra musicoterapia, será revisado y avalado por un musicoterapeuta acreditado -o una asociación profesional-", explica. "Las acreditaciones en la EMTC, no son vitalicias, hay que renovarlas cada cinco años. En España, será bueno que esto suceda también". Dentro de las exigencias que expone la experta, está fijar las horas de estudio necesarias para la titulación -que menos de 1.500 horas sean consideradas" minicursos" y no capacitarán para conseguir la acreditación necesaria para ejercer el ejercicio de la profesión.-. Y también que los cursos online, no tengan validez.La investigadora científica, que también es profesora del Máster de Medicina Natural de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela ha centrado la aplicación de la música y el sonido para mejorar el desarrollo de diferentes áreas del cerebro y "modular adecuadamente señal de respuesta -señal de entrada". De hecho, entre los proyectos que ha realizado están tratamientos de musicoterapia para niñas y niños oncológicos de Galicia (Asanog) en el CHUS y un Máster en Musicoterapia de Galicia. El reconocimiento de su intensa labor profesional, le ha servido para conseguir número de registro para la profesión de la Musicoterapia para España en el CNO.

Felipe Estévez - Presidente de la Fundación Mayeusis

"Soy de los que piensan que antes que luz, somos una vibración sonora"

David Gómez - Ginecólogo. Presidente SOGAC

"No hay necesidad de poner música al feto; aún no hay evidencia de que sea positivo"

Compartir el artículo

stats