Henning Mankell no fue el pionero de la novela negra sueca, pero sí fue uno de los autores que más tirón tuvieron entre el público extranjero. De ideología de izquierdas, que muchas veces deja entrever en sus libros, el padre literario de Kurt Wallander llegó a cansarse de su personaje, y durante años lo dejó en la estacada. Pero la presión de los fans le hizo rematar la faena con los últimos relatos. Durante un tiempo también se cansó de Suecia y se fue a vivir a Mozambique, donde llegó a dirigir el Teatro Nacional.