Los premios Dedales de Oro no hacen sino confirmar el espléndido momento que vive la moda gallega. Jandro Villa, diseñador vigués se suma hoy a la larga lista de personalidades del mundo textil dueñas de este reconocimiento. En cada una de las ediciones celebradas, y ya van siete, el jurado selecciona a quienes estiman de primerísima categoría profesional dentro de este sector y entre ellos no podía faltar el modisto vigués, que recibirá el galardón esta noche en Madrid.

-¿Es consciente de la relevancia de este premio? ¿Llegó a pensar que sería posible ganarlo?.

-La verdad es que todavía me cuesta creerlo. No me lo esperaba para nada. Pero se ve que revisaron otra vez mis trabajos y les resultó interesante por la manera en que los presento y los materiales que empleo en las prendas.

-¿Cómo definiría su estilo? ¿Qué tiene que tener un diseñador para alzarse con un "Dedal de Oro"?.

-Mi colección se basa en el minimalismo. Formas geométricas y colores neutros son la clave que define mi línea. Además me recuerda a mis inicios en Vigo, me gusta inspirarme en ello. Además tan importante es la prenda como lo que quiere decir. Deben de tener un alto contenido conceptual, ofrecer y despertar algo en los que observan mis colecciones. Ese es mi objetivo y lo que procuro para todos mis modelos, que cuenten historias.

-Dedicó una colección a la moda gallega de los 80 y otra al concepto yankee, ¿de que trata su última línea?

-El tema de mi actual colección es la nada. Fuera ornamentaciones y el minimalismo como idioma conector. Me gusta recordar mis viajes y mis estancias a la hora de confeccionar mis prendas. Me inspiro mucho en mi tierra, como decía, tengo una línea basada en las ropaje de la Galicia rural que gustó muchísimo, sobre todo en el exterior, en Kuwait y París. Fue un éxito.

-Comenzó estudiando Bellas Artes, ¿por qué se cambió al mundo del textil?.

-Una cosa que siempre he apreciado es el volumen, las formas en movimiento. Siempre quise estudiar diseño de moda por el echo de ver esos volúmenes en movimiento. Mis inicios fueron muy gratificantes, trabajé en Barcelona con grandes diseñadores y toqué todo tipo de diseños, complementos, tuve una gran libertad creativa. Tuve la suerte de rodearme con grandes de la moda. Normalmente solía trabajar para otros diseñadores y marcas más que tener una marca propia, pero ahora que la tengo me gusta y quiero seguir avanzando y aprendiendo, creo que tengo mucho que ofrecer y este "Dedal de Oro" supone el impulso que le faltaba a mi carrera.

-¿Simboliza este galardón el estupendo momento por el que atraviesa la moda gallega?.

- Sin duda. Yo ahora mismo estoy a caballo entre Galicia y Madrid, pero nunca me olvido de mi tierra en mis diseños. La moda gallega, ya sea la más conocido, la más antigua como la más actual es impresionante. Hay marcas con una calidad increíble, a la altura de grandísimos diseñadores internacionales. Sobre todo destacan por el tipo de producto, el tipo de diseño y de imagen, tienen una calidad que nada tiene que envidiar a ninguna otra. Es de admirar.