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Las conferencias del Club FARO

Mayoral: "Busco que los lectores esbocen una sonrisa aunque trate de la muerte"

"Mi novela trata la incertidumbre del más allá de la vida", afirma la escritora -"Pode que inaugure esta temática da morte clínica na literatura española", dice Alonso Montero

El público asistente a la charla sobre novela y más allá en el auditorio vigués del Areal. // Marta G. Brea

"Cuando comencé a escribir hacía llorar a las piedras pero ahora intento que me lean esbozando de vez en cuando una sonrisa en los labios, aunque a veces, como en mi última novela, trate sobre la muerte". Eso decía ayer la escritora y catedrática de Literatura Española Marina Mayoral en una charla en el Club FARO, "El abrazo. ¿Qué sucede cuando alguien vuelve del más allá?", que tuvo como preámbulo un lúcido y sugerente análisis del presidente de la Real Academia Galega, Xesús Alonso Montero. La invitada del club acaba de publicar "El abrazo" (editorial Stella Maris).

Hubo ayer un ejemplo en el Club FARO de buena convivencia linguística, de bilingüismo armónico e incluso de repartición del tiempo a partes iguales: el presidente de la RAG habló en gallego y en castellano la escritora, de la que dijo que podía "escribir en galego o castelán desde dentro, sin traducir ningún deles porque ambolos dous forman parte da sua natureza, a dunha muller nada en Mondoñedo pero que pasou fora de Galicia a maior parte da súa vida. E cunha característica común, sexa nunha o noutra língoa: construie relatos ("artefactos", dijo) que brilan, como Cela na "Colmena", pola perfección da súa estrutura e tamén do seu estilo".

Alonso Montero señaló que él, no obstante, había conocido a una Marina Mayoral anterior a la M. M. narradora, que era la investigadora, desde que se estrenó publicando su tesis doctoral sobre la poesía de Rosalía Castro, "prologada polo meu admirado profesor Rafael Lapesa". Habló también el presidente de la RAG de la buena entrada que tuvo en el mundo de la creación literaria con una primera novela que recibió críticas laudatorias de gente de tanto peso antaño como Tovar, Cerezales o Carmen Martín Gaite. "Marina -dijo- tivo a gran sorte de coñecer a Lapesa, o mellor profesor que eu mismo tiven entre moitos profesores incompetentes e algúns fascistas, e maior sorte en coñecer a Ramón Piñeiro, porque cando se coñecía a Piñeiro non se esquecía máis a Galicia".

La línea divisoria

Explicó el presidente de la RAG que esta última novela de M.M. ¨é una obra sobre experiencias preto da morte, nesa liña divisoria que é a chamada morte clínica, cuio argumento recrea o caso dun morto que non está morto, que mira o que pasa arredor dil, que berra para que sepan que está vivo pero non lle escoitan. E que mira con sorpresa o que pasa cos seus, que se cren que non pode mirar xa. A partires desa situación fronteiriza construie toda a trama. E moi posiblemente esta escritora, de talento indiscutible , inaugura esta temática da morte clínica na novelística española; eu non teño noticias de ningunha novela cuio eixo argumental sexa éste".

Precisamente a esa singularidad del estado fronterizo, entre vida y muerte, apeló para comenzar su intervención Marina Mayoral. "La novela arranca de una situación espectacular, radical como un es un desesperado grito tal como "¡estoy vivo! que no halla respuesta. Una experiencia que a lo mejor es más común de lo que creemos. Hay no poca bibliografía sobre personas que experimentaron esa muerte clínica y lo contaron a su vuelta. ¿Y qué ven? Pues dicen que solo en los primeros segundos hay como un repaso a toda su vida. Para unos es una especie de juicio final, para otros el cerebro está rebobinando y no es más que una reacción biológica. Cuentan también que ven lo que pasa alrededor cuando el alrededor le considera ya muerto,. Y ese túnel oscuro con luz final del que se vuelve con disgusto. Para unos ese disgusto sugiere que hay un más allá tras la muerte, para otros no es más que una elaboración defensiva del cerebro para hacer más llevadera la llegada a la muerte".

Pero, si esa línea divisoria era un perfil básico de la novela, no quiso Mayoral pasar por alto el argumento inquietante que se desarrolla en la misma: el muerto -supuesto- ve cómo se abrazan su mujer y su hermano, un abrazo que podría ser fraterno ante la tragedia común, pero podría no serlo.

"Los personajes a veces -dijo ella en lenguaje figurado- adquieren vida propia. Yo le dije al protagonista, Federico, que no intentara dar más vueltas al asunto, que no le merecía la pena tras 20 años de matrimonio investigar si había algo más entre su hermano y su mujer, que había cosas que era mejor dejarlas reposar. Pero no me hizo caso y empezó a rememorar sobre su vida desde la infancia, a poner la moviola sobre su hermano, su mujer... Esta es, ciertamente, una novela sobre la incertidumbre".

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