Tras ser expulsado de la romana Congregación para la Doctrina de la Fe, Krzysztof Charamsa abandonó Roma el pasado lunes para establecerse en Cataluña, tierra de su novio, Eduard Planas, funcionario de la Generalitat. "Uno siempre está apenado de dejar Italia", dijo en el aeropuesto romano de Fiumicino el prelado. Charamsa ha opinado que el papa Francisco lo tiene "difícil para hacer cambiar las posiciones de los obispos más cerrados".