Las enfermedades cardiovasculares, entre ellas el infarto y el ictus, son la principal causa de mortalidad en España, por encima del cáncer y de las enfermedades respiratorias, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las causas de mortalidad del año 2013. Uno de cada tres fallecimientos se debe a la enfermedad cardiovascular, lo que supone 65 veces más muertes que por accidentes de tráfico. Y lo peor, advierte la Sociedad Española de Cardiología (SEC), es que estas cifran aumentan cada año.
El estilo de vida sedentario, una mala alimentación y el tabaquismo se encuentran detrás de estas cifras. Por ello, y con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra hoy, los especialistas de la SEC abogan por fomentar los entornos cardiosaludables, sin exposición al humo del tabaco, mantener un estilo de vida activo y llevar una dieta rica y equilibrada para evitar la aparición de problemas como la obesidad, la diabetes, el colesterol y la hipertensión, que son las principales causas de las patologías cardivasculares, según los especialistas.
El cardiólogo vigués Ramón Mantilla, director del centro de rehabilitación cardiaca Corazón Azul, advierte que los niños son cada vez más sedentarios y aboga por promocionar el deporte dentro de la escuela. "Es recomendable que el niño realice al menos 40 minutos al día de ejercicio aerodinámico. Hay que volver a los juegos de siempre, sin móviles ni ordenadores. El deporte debería ser exigible y exigente en las escuelas, y debería tener la misma prioridad que el resto de materias del currículum escolar. Y las familias también deberían darle la misma importancia que a las horas de estudio porque el ejercicio es una inversión en salud", asevera.
Sin embargo, la sociedad cada vez más informatizada hace que el esfuerzo físico sea cada vez menor, lo que favorece la aparición de problemas como el sobrepeso y la obesidad. "Solo hay que mirar en la puerta de los colegios para ver la dimensión del problema: entre un 15 y un 30% de los escolares tiene obesidad", advierte el experto, que recuerda que la obesidad es el principal factor de riesgo de padecer una patología cardiovascular. "Estamos ante un problema sanitario de gran dimensión. Las enfermedades cardiovasculares son el gran talón de Aquiles de la sociedad desarrollada", insiste.
"El problema es que llevamos un estilo de vida con muy escasa actividad para lo que necesita el cuerpo humano, que es un gran ahorrador, y esa energía que no gastamos se acumula en forma de grasa, que va formando depósitos en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón y el cerebro, lo que puede provocar un accidente cardiovascular o un infarto", explica. Solo en el área sanitaria de Vigo, calcula, se registran 3.000 infartos de miocardio al año, a los que habría que sumar ictus e insuficiencia renal.
"Pero ya no es solo la alta tasa de mortalidad. Los avances médicos permiten salvar muchas vidas, pero estas enfermedades también provocan una elevada morbilidad y un gran grado de dependencia", añade.
Precisamente el centro de rehabilitación vigués va a poner en marcha antes de que finalice el año el primer programa europeo dirigido a personas obesas que tengan asociada glucosa alta, hipertensión o colesterol, y que tiene como objetivo que pierdan peso -un 10%-, pero sobre todo generarles el hábito de hacer ejercicio.
"Las dietas que a veces se hacen para perder peso no sirven de mucho si después vuelves a las costumbres de siempre", asegura el cardiólogo. Este programa, que según Mantilla, es el primero que realiza una clínica europea, pretende romper en dos meses con el estilo de vida sedentario de los participantes, creándoles un hábito que antes no tenían. "Y queremos hacerlo de forma que el ejercicio resulte algo divertido", añade.
La buena noticia sobre las enfermedades cardiovasculares es que se pueden prevenir y en la prevención es, asegura el cardiólogo vigués, donde hay que poner el acento.
