Después de cuatro semanas de vendimia en Rías Baixas -prácticamente cinco en el conjunto de Galicia- la recolección en dicha Denominación de Origen Protegida puede darse por finalizada. Y el resultado es tan positivo como se pronosticaba, ya que hay que hablar de alrededor de 33 millones de kilogramos de uva introducidos en bodega.

No son datos definitivos ni oficiales, pues faltan por incluir las variedades tintas -aunque se trata de un volumen casi insignificante- y las cifras correspondientes a las bodegas que ayer daban los últimos repasos al viñedo.

En los viñedos de alguna de ellas, como sucedió en Barrantes (Ribadumia), podía verse a casi un centenar de personas acelerando al máximo el ritmo de recolección, aunque en este caso no permitieron tomar imágenes de tan llamativo episodio.

Por regla general puede decirse, y más después del soleado fin de semana -lo cual facilitó enormemente los últimos trabajos en el campo- que la recolección ha concluido, que el balance oficial no diferirá mucho de esos 33 millones de kilos aludidos y que toda la operación ha resultado un éxito, tanto por la calidad del producto obtenido -las últimas lluvias no afectaron- como por la cantidad, hasta el punto de que se ha conseguido uno de los mejores registros en la historia del Consello Regulador Rías Baixas.

Los 33 millones de kilos de uva de esta ocasión superan con creces el registro del año pasado (24 millones), sitúan a Rías Baixas en los parámetros de 2013 y dan un auténtico repaso al balance de 2012, cuando el sector vitivinicultor tuvo que conformarse con poco más de 17 millones de kilos.

Es cierto que están lejos los cerca de 42 millones de kilogramos correspondientes a 2011, pero aquello, hay que insistir una vez más, fue algo excepcional y difícilmente irrepetible.

Hay que quedarse, por tanto, con el balance positivo que ahora hacen las bodegas -fueron 170 las participantes en esta campaña- y los viticultores -más de 6.000- que hacen realidad la marca Rías Baixas gracias al cultivo en más de 4.000 hectáreas de viñedo. El mismo, por cierto, en el que pronto empezarán a caer las hojas para anunciar la temporada de poda y, consiguientemente, la preparación de la siguiente campaña.

Pero una vez puesta la uva a buen recaudo y antes de que la viña duerma es la hora de que los trabajadores de las bodegas se "entretengan" con el proceso de vinificación, e incluso con la elaboración de las aguardientes y demás licores elaborados a partir del bagazo obtenido tras el prensado. Esto es posible porque la fermentación está ya muy avanzada, e incluso se ha completado ya allí donde la vendimia fue más madrugadora.

Ahora toca, por tanto, elaborar aproximadamente 230.000 hectolitros de vino y empezar a preparar las exportaciones, que siguen en aumento y pueden rondar los 55.000 hectolitros; alcanzar esa cifra supondrá un récord histórico para esta denominación.

Gran calidad

Con los aproximadamente 33 millones de kilos de uva obtenidos este año -en su práctica totalidad de la variedad albariño, a la que se suman treixadura, loureiro y otras variedades blancas y tintas-, la Denominación de Origen Rías Baixas podrá elaborar alrededor de 230.000 hectolitros de "un gran vino". Así lo pronostican los bodegueros consultados tras el cierre de vendimia, quienes garantizan la calidad del producto final.

Isidoro Serantes, gerente de bodegas Bouza do Rei (Ribadumia), profundizaba ayer en esta teoría para decir que "la calidad de la uva resultó incluso mejor de lo que esperábamos inicialmente, y las lluvias que se registraron a finales de agosto y principios de septiembre no solo no causaron daño alguno a la producción, sino que fueron decisivas para mejorarla".

Encaramado en lo alto de los tanques que almacenan ya el mosto obtenido tras el prensado de la uva, para así seguir de cerca la evolución del proceso de fermentación, Isidoro Serantes argumenta que se ha completado una vendimia "fantástica", y explica que "superar la barrera de los 30 millones de kilos de uva en el conjunto de Rías Baixas "es algo positivo para todos". El bodeguero ribadumiense sentencia que su bodega contribuye al éxito con 1,3 millones de kilos, y esto lo lleva a asegurar que "en Bouza do Rei hemos alcanzado sobradamente los objetivos que nos habíamos marcado antes de la campaña".