El estreno del documental gallego "Cocinando en el fin del mundo" -ópera prima del director vigués Alberto Baamonde y de la productora también viguesa Esmerarte- el jueves en el Festival de Cine de San Sebastián, no terminó con los aplausos en la sala de cine. Tras el pase, los cocineros del Grupo Nove que acudieron a la ciudad vasca -nada menos que catorce de los 22 que integran el grupo- fueron elegidos por la sección de documentales del festival para organizar una de las cuatro cenas que se celebran en el prestigioso Basque Culinary Center.

De este modo, los cocineros -la mayoría de ellos con estrellas Michelín- dieron vida al documental elaborando los platos que aparecen en el mismo para los 80 comensales que tuvieron la suerte de conseguir una de las deseadas entradas. Y no decepcionaron.

Los fogones de la prestigiosa escuela de cocina Basque Culinary Center se convirtieron en toda una "romería gallega". Los mejores chefs de Galicia se organizaron en grupos para elaborar un menú con productos todos ellos llevados a la ciudad vasca desde Galicia. "El documental habla de la importancia de los productos y de los productores gallegos en la cocina nueva y tradicional gallega, por lo que lo coherente era utilizar esos productos, así que viajamos con ellos hasta Donostia", explica Pepe Solla, chef del restaurante Casa Solla, en Poio.

Los chefs aseguran que la elaboración de los platos fue para ellos toda una fiesta. "Somos muy amigos entre nosotros y nos resulta muy divertido cuando tenemos ocasión de trabajar juntos", añade Solla.

Los reputados cocineros contaron además cada uno de ellos con un aprendiz de la escuela como ayudante. "Es una colaboración muy agradable", coincidieron todos.

La cena fue todo un éxito para los comensales pero también para la crítica especializada que participó en el evento y alabó abiertamente el trabajo de los cocineros gallegos, algo que no es nada habitual en el gremio.

"Lo más estresante es trabajar en una cocina que no es la tuya; en la que no controlas totalmente dónde están situadas las cosas, los electrodomésticos... pero quedamos todos muy contentos porque el menú fue todo un éxito", aseguraba Alberto González, del Restaurante Silabario, que ayer madrugó para no faltar hoy a sus fogones en Tui.

Alberto se encargó especialmente del plato con lamprea ahumada del menú, una de las especialidades de su zona y que adquirió en "Obrador de Lamprea", en O Porriño, la única empresa registrada en el mercado que realiza la especialidad de lamprea ahumada.

"Era el plato más arriesgado del menú porque la lamprea no deja indiferente a nadie; o gusta o no gusta, pero creo que fue muy bien recibido y que habla mucho de nuestra identidad y nuestra tradición, por eso me encanta trabajar con ella", concluye González.