Aunque el otoño empieza hoy de forma oficial, Galicia aún disfrutará del buen tiempo en lo que queda de septiembre con el veranillo de San Miguel. Esta tregua será la antesala de una nueva estación especialmente lluviosa, según adelantó ayer el delegado en Galicia de la Agencia Estatal de Meteorología, Francisco Infante. El culpable de que entre en octubre y diciembre las precipitaciones sean superiores a la media, será el fenómeno meteorológico de El Niño, que está "en una fase muy fuerte". Se trata de un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura central y oriental del Pacífico tropical. Esta oscilación cíclica de temperaturas afecta a la distribución de las lluvias en las zonas tropicales y puede influir sobre el clima en otras partes del mundo.

Pese a que las previsiones apuntan que se avecina un otoño muy lluvioso, desde la Aemet añaden que, sin embargo, será una estación cálida con valores por encima de la media y "con contrastes".

De contrastes también ha sido el verano que se despidió ayer. Junio y julio fueron meses cálidos y secos, pero les siguió un agosto lluvioso y un inicio de septiembre frío. En junio se registró la temperatura máxima de la época estival con 40 grados en Ourense, valores que se rozaron también en julio en la localidad ourensana de Ribadavia. Salvo algunas tormentas o chubascos, apenas llovió en ambos meses al recogerse cantidades de agua un 10% por debajo de la media en junio, diferencia que se elevó al 20% en el mes siguiente.

A pesar de que agosto fue un mes más lluvioso que los anteriores, hubo mucha variación entre el norte y el sur gallego. Mientras en A Coruña los datos triplican los valores normales y hay que remontarse a 1957 para encontrar un agosto con más precipitaciones, en la zona de Ourense las cantidades recogidas son un 20% inferiores a otros años.

En la primera quincena de septiembre ya se empezó a notar que el fin del verano estaba cerca porque los termómetros empezaron a bajar y pese a lucir el sol no siempre la temperatura era agradable para estar en la playa. Los valores más elevados del mercurio se obtuvieron en Ourense y las Rías Baixas con algunas jornadas donde se alcanzaron los 30 grados, a diferencia de A Coruña y Lugo, donde no se pasó de los 25. Este mes empezó sin lluvias hasta la llegada de la ciclogénesis Henri la semana pasada, que dejó vientos de más de 100 km/h y más de 100 litros por metro cuadrado en 24 horas en A Coruña y Pontevedra.

Aunque una borrasca débil provocó cierta inestabilidad ayer y aún hoy podría caer alguna lluvia, desde mañana el anticiclón llegará para quedarse por lo menos hasta mediados de la semana que viene. Con el veranillo de San Miguel, el verano no se despide aún del todo y permitirá terminar septiembre disfrutando del sol -salvo algunas nubes que podrían darse por las mañanas- y con temperaturas agradables que en el norte rondarán los 25 grados y en el sur gallego llegarán a los 28.