El Museo de Orsay de París permaneció ayer cerrado por una huelga en protesta contra la instauración de los nuevos planes para ampliar la apertura a los siete días de la semana, uno más que ahora. La convocatoria de paro de la Confederación General del Trabajo (CGT) obtuvo el respaldo mayoritario de los trabajadores -en particular los de la seguridad y la recepción- en un voto en asamblea ayer.

La huelga coincide con la fecha de inicio de una exposición polémica: "Esplendores y miserias: imágenes de la prostitución 1850-1910".

El origen de este movimiento es la voluntad del Gobierno de abrir todos los días de la semana algunos de los grandes museos como se hace en otras grandes capitales: además del de Orsay, también está previsto aplicar esa regla al palacio de Versalles y al Louvre.

Los lunes se dedicarán únicamente a visitas escolares.