Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Apenas compito ya; yo el globo lo quiero para disfrutar"

Lubián, con su cámara.

Fue un amor a primera vista. Alfonso Lubián se subió en un globo aerostático por primera vez en 1981 para realizar unas fotografías aéreas que le había encargado una empresa. "Me quedé maravillado y nada más bajar sabía que yo quería ser piloto de globo", recuerda.

Así, convencido, no tardó más que unos meses en sacarse el título de piloto y en comprarse un globo de segunda mano. "Fui el primero en Galicia en tener un globo y no es una afición con muchos seguidores ya que, en estos momentos, tan solo somos tres, uno de ellos mi hijo Diego, que estudió Filosofía y tampoco encuentra muchas salidas", afirma el fotógrafo.

La afición -y la elevada inversión que tuvo que hacer para disfrutarla- se convirtió pronto para Lubián en una forma también de ganarse la vida. "La fotografía comercial y publicitaria, a la que yo me dedico, no vive un buen momento, así que los paseos en globo a particulares, en bodas o en cumpleaños, son un apoyo importante", apunta.

Pero el globo es mucho más que eso para él. Durante siete años, ha participado en competiciones internacionales y consiguió ser subcampeón de España. "Ahora ya apenas compito; me estresa bastante y yo el globo lo quiero para disfrutar", confiesa. "Mi única pretensión es ir a lugares exóticos y tener mis propias aventuras, no me gusta mucho competir. Soy poco ambicioso aunque se que en la vida es importante y necesario serlo; seguramente si lo fuera habría llegado más alto en ambas facetas de mi vida", añade.

Su próxima aventura será el próximo mes de enero en los alpes suizo, en una prueba no competitiva.

Lubián sabe que su afición es una rareza en España. Sin embargo, asegura que en otros países no lo es tanto. "En Francia, Italia y en Estados Unidos, mucha gente que tiene dinero se compra un globo por puro placer; aquí prefieren un yate, un buen coche o una casa impresionante".

Lubián compagina bien sus dos vidas, tras el objetivo de su cámara y en las alturas. "Son dos actividades que me llenan, que he luchado por conseguir hacerlas y que me siento satisfecho con el resultado", concluye.

Compartir el artículo

stats