"Pasar un buen rato es pasar un poco de miedo", manifestó el cineasta Alejandro Amenábar, que se convirtió ayer en el protagonista absoluto del Festival de San Sebastián con la presentación de su nueva película, que lleva por titulo "Regresión" y supone su vuelta al terror y el suspense.

El misterio es uno de los géneros que más alegrías le ha dado a lo largo de su carrera cinematográfica, que arrancó con "Tesis", con la que ganó dos Goyas -mejor dirección novel y mejor guion- y que continuó con "Abre los ojos" y "Los otros" -Goya a la mejor dirección novel-.

El objetivo con este proyecto, señaló, era explorar cosas nuevas y, finalmente, aquella idea desembocó en algo tan sencillo como "volver a raíz" de su cinematografía, que estuvo motivada, a su vez, por su afición como espectador. "Es desde esa perspectiva desde donde he echado de menos volver a indagar en el terror", afirma.

En esta ocasión, dirige a dos estrellas del celuloide: Emma Watson y Ethan Hawke. Ambos llegaron al proyecto desde diferentes senderos y, según aseguró Amenábar, no pensó en ellos ni en otros intérpretes durante la redacción del guión.

Por un lado, tiraron "la piedra" con Emma Watson para ver qué ocurría. "¿Quién no querría trabajar alguna vez con ella?", se pregunta el director. Ethan Hawke, por su parte, necesitaba tener un "aliado en Europa" a quien le interesara su visión sobre las cosas.

Este thriller psicológico, basado en hechos reales, se ambienta en Minnesota (Estados Unidos) en 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Angela (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de cometer un crimen inconfesable. Junto al psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) intentará revivir sus recuerdos reprimidos hasta descubrir una siniestra conspiración.

Esta es la primera vez que Amenábar acude al festival de San Sebastián para presentar una película. Su presencia en la ciudad donostiarra es emocionante para él, no solo porque adora esta ciudad, tal y como ha manifestado, sino porque es el primer festival al que acudió, junto al cineasta José Luis Cuerda. "Ni en mis mejores sueños habría imaginado presentar una película aquí", afirmó Amenábar.

Un falso Roberto de Niro

Por su parte, un falso Robert de Niro, tan parecido al auténtico que se gana la vida sólo con eso, revolucionó a los aficionados y a la prensa que esperaban la llegada de famosos al hotel María Cristina; aunque un detalle le delató, su traje de gala, inapropiado para la hora.

Este De Niro de pega llegó justo después de que se bajaran de sus flamantes Audi A7, patrocinadores del Festival, las estrellas de la mañana, Benicio del Toro y Emily Blunt, protagonistas de "Sicario", la última superproducción de Denis Villeneuve con guerra del narco en Ciudad Juárez incluida. Blunt, poco acostumbrada a las cordiales bienvenidas del público del Festival, siempre respetuoso, pasó como una exhalación, vestida informal, de vaqueros y camiseta de rayas marineras, mientras Benicio del Toro, viejo amigo de Donostia, firmó autógrafos y saludó efusivamente, hasta que le entró hambre, dijo, y se despidió de todos.