El premio Nobel de Literatura y "Príncipe de Asturias" de las Letras, el escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, defendió ayer la literatura como una forma de creación de "ciudadanos descontentos, inconformes", que aunque los haga "a veces más infelices" también los "hace muchísimo más libres".

En un discurso plagado de citas de autores literarios, Vargas Llosa se desnudó como escritor ante la Universidad de Salamanca, donde recibió la distinción como doctor honoris causa, y desgranó su forma de escribir o la manera que tiene de llegar a una historia que queda plasmada en una obra.

El escritor criticó la política "mezquina y provinciana de hacer retroceder el español para que prospere el catalán", reclamó "soluciones en los países de origen" para evitar "el conflicto de los refugiados en Europa" y calificó de "auténtica vergüenza" el régimen "dictatorial" de Venezuela, donde se producen "atropellos de derechos humanos".