Cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra al día son suficientes para disminuir en casi un 70% el riesgo de padecer cáncer de mama. Así lo demuestra un estudio coordinado por el CIBERobn -dirigido por el gallego Carlos Diéguez- y por la Universidad de Navarra que apunta que por cada 5 % más de calorías procedentes de este tipo de aceite se reduce en un 28 % el riesgo de padecer un tumor de mama, una de las causas de muerte más frecuente en las mujeres.

El estudio -que publica la revista JAMA Internal Medicine- es el primer trabajo científico que demuestra con un ensayo aleatorizado el valor preventivo de la dieta mediterránea contra el cáncer de mama, ya que hasta ahora los estudios se basaban sólo en la observación. La investigación se inscribe en un ensayo clínico de gran tamaño denominado Predimed sobre los efectos de la dieta mediterránea en la enfermedad cardiovascular y se ha realizado en una muestra de 4.282 mujeres de toda España a las que se la hecho un seguimiento medio de 5 años.

"Hemos realizado el ensayo tal y como se precisa para aprobar medicamentos nuevos, algo que no es habitual en un estudio de este tipo. Las participantes siguieron tres tipos de dieta: mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra (les regalaban un litro a la semana), mediterránea complementada con frutos secos y dieta baja en grasas para el grupo de control", explica a FARO el catedrático de Medicina Preventiva Miguel Ángel Martínez-González, coordinador del estudio.

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La asignación de las participantes a cada grupo se hizo al azar, por lo que en todos los grupos había unos factores de riesgo similares (antecedentes familiares de cáncer, consumo de tabaco y alcohol, etc). "En los dos primeros casos los resultados confirmaron que la incidencia de la enfermedad es casi la tercera parte que en el grupo de control, unos resultados asombrosos ya que la reducción es muy elevada", añade el médico.

Según los autores del trabajo, la asignación de las participantes al patrón de dieta mediterránea rico en aceite de oliva virgen suponía al menos el 15 % de la energía ingerida. "El aceite de oliva virgen extra tiene una actividad antitumoral muy importantes y algunos polifenoles de esta variedad de aceite han demostrado su capacidad para detener la progresión del cáncer en etapas muy incipientes", destaca el experto, al tiempo que advierte que las conclusiones de este trabajo requieren posteriores estudios con muestras más amplias que permitan confirmar estos resultados. "Lo cierto es que estos primeros resultados suponen un gran paso en el campo de la prevención y creemos que la intervención dietética puede resultar especialmente valiosa y debe aplicarse desde los centros de atención primaria ya que, además de prevenir el cáncer de mama, la dieta mediterránea aporta beneficios ya demostrados en la prevención de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y obesidad", concluye Martínez-González.