El Senado del estado americano de California aprobó ayer una ley que permitirá que los enfermos terminales reciban ayuda médica para morir.

La iniciativa, que ha levantado una gran polémica en el estado, deberá ser ratificada o vetada por el gobernador, el demócrata Jerry Brown para su auténtica implantación.

La propuesta ABX2 15 pasó la primera de las cribas y fue aprobada el miércoles en la Asamblea estatal, cámara baja, con los votos a favor de 43 parlamentarios y en contra de 34, y ayer cosechó 23 votos a favor y 14 en contra en el Senado californiano.

La ABX2 15 fue presentada en agosto en la Asamblea por la legisladora demócrata Susan Talamantes Eggman, quien elaboró el texto en colaboración con los responsables de una iniciativa similar rechazada anteriormente, los senadores demócratas Bill Monning y Lois Wolk.

"Nos encontramos ante la ocasión de garantizar un deseo que yo no pude dar a mi madre", indicó durante la sesión la senadora Hannah-Beth Jackson, cuya madre falleció tras un largo tiempo de sufrimiento a causa de la leucemia.

El caso de Brittany Maynar

El movimiento a favor de la muerte asistida, que autoriza al personal sanitario proporcionar a enfermos terminales una medicación que ayude a poner fin a sus vidas, cobró un nuevo impulso tras el caso de Brittany Maynard en noviembre de 2014.

Maynard, una joven enfermera de 29 años, se tuvo que mudar de California a Oregón, donde está reconocido el derecho a una muerte asistida, para lograr la atención médica que necesitaba para morir.

Maynard había sido diagnosticada con cáncer cerebral ese mismo año y se encontraba en una fase terminal de la enfermedad.

La ley "muerte con dignidad" ayuda a morir a 70 personas al año en Oregón, donde está vigente desde 1997.

Esa misma legislación existe también en los estados de Montana, Nuevo México, Vermont y Washington. Solo falta una rúbrica para que California englobe esta lista.