El estudio revela que existe un acuerdo prácticamente unánime sobre las principales cualidades que se cree que mejor definen a las chicas y a los chicos. Existe una aceptación muy generalizad respecto a todos los tópicos que definen las hipotéticas diferencias: muy mayoritariamente las chicas son definidas como sensibles y tiernas (según el 56% de los jóvenes), preocupadas por la imagen (46%) y responsables y prudentes (36%). Los chicos, por su parte, como dinámicos y activos (66%), independientes (36%) y posesivos y celosos (31%).

Estas atribuciones de cualidades a los diferentes sexos influyen de manera determinante en el establecimiento de estereotipos sobre las capacidades atribuidas a unos y otras. Ellas son percibidas como más capaces de comprender a los demás, más capaces de dar cariño y más capaces de reflexionar. Y ellos más decididos, mejores para el deporte y más hábiles con la tecnología.

El estudio también aborda las edades de inicio de las parejas españolas. La primera relación afectiva se tiene entre los 13 y los 14 años. Los chicos parecen más precoces: el 46% de los varones debuta entre los 10 y 13 años (el 38,5% de las chicas); el 42% entre los 14 y 15 años (el 46,5% de las chicas). Entre los 16 y 19 años tiene su primera experiencia amorosa el 12% de chicos y el 15% de chicas. En relación a la diferencia de oportunidades, destaca cómo ellas perciben peor o mucho peor sus oportunidades a la hora de participar en la vida política, alcanzar puestos de mayor responsabilidad o compaginar la vida laboral con la familiar.