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El largo camino para prevenir "la muerte silenciada"

Profesionales gallegos de salud mental recomiendan, tras detectarse los primeros síntomas de riesgo suicida, crear "un entorno social de apoyo y cultivar la seguridad"

El largo camino para prevenir "la muerte silenciada"

Una publicación vinculada a la "Fundación Salud Mental España la prevención de los trastornos mentales y el suicidio" asegura que en el mundo se suicida una persona cada 40 segundos y otra lo procura cada 2. Este dato comprende un millón de fallecimientos cada año y 25.000 muertes al día. El número de autolisis en España en 2013 batió un récord desolador, rozando una cifra cercana a las 4.000 muertes, el doble de las producidas en accidentes de tráfico. En toda Galicia hubo 335 fallecidos por esta causa el pasado año, siendo 47 personas las que fallecieron por quitarse la vida en Vigo.

En la trastienda de este conglomerado de datos se refugia un problema social en ocasiones silenciado o malinterpretado, que posee muchas más implicaciones y análisis que cuantías impactantes. "Que las cifras dejen de ser cifras y que se pase a la acción", expresa Amparo González, integrante de la Unidad de Prevención de Suicidios del Complejo Hospitalario de Ourense (CHUO) junto con sus compañeras Marina González y Teresa Reijas. Según comenta Juan Carlos Díaz del Valle, de la Asociación Gallega de Psiquiatría, iniciativas similares consiguieron que"en países como Hungría se redujera a la mitad el número de suicidios". La ausencia de más iniciativas de este tipo, según el doctor, se encuentra en que "la psiquiatría siempre está a la cola de los presupuestos".

En el Día Mundial para la prevención del suicidio, Amparo González señala su importancia indicando que "eso quiere decir que el tema se trata con normalidad". El aumento considerable de suicidios alertó a las instituciones en 2013, culminando en el caso de la OMS en la creación del primer plan de acción sobre salud mental de la historia.

De este modo, en la unidad del CHUO se realiza un seguimiento, psicológico, psicoterapéutico y farmacológico a las personas con riesgo suicida. Pedir ayuda, remitir a un médico de cabecera o simplemente preguntar qué está pasando es una de las indicaciones básicas para el entorno de una persona con ideas o intentos de carácter suicida. Amparo González explica que "hay algunas señales que pueden dar pistas de que algo está pasando. A veces no son muy explícitas, pero casi todas suelen expresarlo de alguna manera". Las amenazas de que podrían dañarse, los sentimientos de desesperanza, de ira o de enfado, la exposición de problemas sin aparente solución, los comentarios como 'así no vale la pena continuar', la ira o la rabia son algunos rasgos que pueden prevenir al entorno. Según Amparo, las manifestaciones son múltiples y variadas, pero siempre mantienen una constante: el cambio brusco. De esta forma, el poco auto cuidado, el aislamiento, el consumo de drogas, una mala calidad del sueño o los cambios de humor radicales son conductas que pueden ayudar a descifrar a la persona.

En los casos de personas que verbalicen su sufrimiento, el entorno debe de desempeñar un papel comprensivo. Así lo indica la psicóloga y directora de la Asociación de Ayuda al Enfermo Mental Doa, Estrela Gómez: "Es importante no juzgar y dejar que hablen de esa emoción". En relación al trabajo con personas con ideas de autolisis o con intentos de suicidio, Estrela Gómez comenta que desde la asociación "tratan de que tengan una vida normal, que cultiven la seguridad en si mismos, creando un entorno social de apoyo y programando actividades agradables".

La enfermera González comenta que con la terapia, en la unidad pretenden "recuperar la vida cotidiana de la persona antes de la crisis,normalizando relaciones, alimentación, sueño y actividades". Sus buenos resultados demuestran que "es necesario crear programas y protocolos de intervención globales". En este sentido, la prevención en ámbitos como la educación o el empleo en el seno de la comunidad tienen una labor muy importante, detectando la alerta y eliminando los estigmas asociados a los suicidios para que dejen de ser "la muerte silenciada".

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