Josefa Hernández, de 62 años y con dos hijos y tres nietos menores a su cargo, ingresará mañana en prisión como autora de un delito contra el medio ambiente tras haber construido una vivienda hace 16 años en el Parque Rural de Betancuria, en Fuerteventura.

Esta vecina de Valle de Santa Inés, en Betancuria, heredó el terreno de sus padres. Josefa tuvo que acoger a una de sus hijas, madre soltera, con tres hijos y con una discapacidad mental y adecuar y remodelar la casa a sus necesidades.

En 2012, una sentencia condenaba a esta mujer a pagar 700 euros, demoler la vivienda y cumplir seis meses de prisión. "Ya he pagado la multa, pero no he tirado la casa porque no tengo donde vivir", se lamenta.

La construcción de una dependencia de madera para guardar unas bicicletas dificultó aún más la situación, después de que las visitas del Seprona constataran que no solo la vivienda seguía en pie en el parque rural, sino que además había construido nuevos habitáculos, lo que le llevó a ser acusada de rebeldía.

Si a última hora no se produce un giro en la historia, Josefa tendrá que ingresar el viernes en la prisión de Tahiche, en Lanzarote. "No me quedará más remedio que ir, pero no me esconderé porque no he cometido ningún delito, eso está en mi propiedad", defiende.