- ¿Qué es lo que más valoran los estadounidenses de la cultura y costumbres de este lado del Atlántico?

-Desde Estados Unidos se valora mucho la cultura española. Ahora está muy de moda la cultura gastronómica. Tenemos un altísimo nivel y el mundo lo está reconociendo. Pero lo que todavía nos falta es saber venderlo. Más y mejor. Creo que ésta sigue siendo realmente nuestra principal asignatura pendiente. Franceses e italianos no tienen mejores productos que nosotros, sin embargo allí llevan mucho más tiempo vendiéndolos. Por ejemplo, sigue resultando bastante difícil encontrar aceite de oliva español en muchos supermercados de Nueva York, donde, en cambio, sí hay estanterías abarrotadas de aceite italiano. Algo parecido pasa con los vinos... Siempre ocupan menos espacio en las estanterías de las tiendas que los de nuestros vecinos mediterráneos.

-Hay quien habla de una Little Galicia en el estado de Nueva Jersey. ¿Ve realmente con identidad propia la colonia gallega en Estados Unidos?

-A principios del siglo XX hubo un gran movimiento migratorio de españoles hacia Estados Unidos. Y entre ellos había miles de gallegos. Muchos echaron raíces en Nueva York. De hecho, en el barrio de Queens está situada la Casa de Galicia, de la que me hice socia y donde se come el mejor pulpo de Nueva York.