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Almudena Ariza: "Me impresiona cómo se superó el golpe del 'Prestige'"

La periodista, que cubrió el desastre del petrolero, pasa sus vacaciones en las Rías Baixas

Almudena Ariza, fotografiada durante su descanso // FdV

Almudena Ariza fue la encargada de llevar a millones de hogares españoles algunas de las noticias más importantes de los últimos tiempos. Presentó el "Telediario" y otros espacios de Televisión Española y su rostro también es conocido por haber informado sobre el 11-S, la catástrofe del Prestige o diferentes conflictos bélicos desde el propio lugar de los hechos. La polivalente periodista, que en su actual etapa profesional ejerce de corresponsal en Nueva York para la cadena pública, está pasando unos días de vacaciones en O Grove en compañía de su familia. En unos días volverá a Estados Unidos para contar qué ocurre al otro lado del "charco".

-¿Qué le trae a Galicia?

-Mi familia es andaluza y la de mi marido, catalana. En verano solemos pasar un tiempo con cada una. Pero este año hemos optado por un destino intermedio para juntarnos todos. Pensé en Galicia para huir del calor y en busca de tranquilidad, buenos paisajes y extraordinaria comida. Además, tenemos por aquí estupendos amigos. Estoy en O Grove y no puedo sentirme más feliz. Salgo a correr temprano por A Lanzada; un paraíso. Y después, excursiones por las rías o jornada tranquilita de playa. Cualquier plan por aquí es siempre bueno. Toda mi familia está disfrutando muchísimo. Y nos maravilla la amabilidad de la gente. Hay una gran calidad humana en esta tierra. Me encanta ir a las tiendas locales a comprar. A un horno a buscar empanadas, a la carnicería del pueblo o a esperar a que el panadero traiga el pan reciente cada mañana. Esto para mí es el auténtico lujo.

-El plan es muy diferente al de hace 13 años, cuando estuvo en estas costas para informar sobre la catástrofe del Prestige

-Estuve varios meses en la zona como enviada especial, me tocó la parte menos política y más humana. Hice reportajes, sobre todo, contando cómo la catástrofe había afectado a las familias. Fue muy duro para los gallegos y especialmente para las gentes que vivían del mar. Espero que hayamos aprendido la lección y que esto no vuelva a ocurrir. Me impresiona ver cómo Galicia pudo superarlo y remontar a pesar del golpe económico y medioambiental que supuso.

-Haciendo un repaso a su trayectoria también aparece un especial seguimiento a los ataques del 11-S. ¿Es la noticia que más le ha marcado?

-Mi primera cobertura periodística en Nueva York fue el atentado contra las Torres Gemelas. Un hecho que marcó al mundo. Yo había vivido allí una temporada solo unos meses antes del ataque. Para mí fue impactante volver y encontrarme con una ciudad que estaba rota de dolor. Pero he sido testigo de muchas tragedias en mi vida periodística. Los tsunamis de Indonesia y Japón. Terremotos como los de Turquía, Irán o Haití, las guerras de Irak y Afganistán, crisis humanitarias, políticas?

-Desde hace dos años es corresponsal en Nueva York. ¿Es el destino más atractivo informativamente?

-Antes de Nueva York también tuve la experiencia extraordinaria de recorrer buena parte de Asia, desde la corresponsalía de Pekín. Ahora estoy descubriendo y disfrutando Estados Unidos? No sé cuál será el próximo destino. No hay uno mejor que los demás. Cualquier rincón del mundo tiene algo interesante que descubrir y contar a los demás.

-El periodismo vive en los últimos tiempos momentos de constante cambio por la irrupción de los nuevos medios, ¿qué espera de su futuro profesional?

-Respecto al futuro del periodismo soy optimista. Creo que el papel desaparecerá. Pero seguiremos necesitando buenos periodistas que nos cuenten historias. Que nos expliquen los porqués de las cosas.

-¿Comparte esa visión de que los medios tradicionales acabarán desapareciendo?

-Los grandes inversores apuestan cada vez más por los medios. En Estados Unidos lo estamos viendo. Y por la información de calidad. Cambian las plataformas, cambian los modelos de negocio. Pero esencialmente no cambia la demanda. Tendremos que empaquetarla de forma diferente, quizás, pero seguiremos teniendo hambre de noticias bien contadas. Y creo que eso irá a más. Los periodistas jóvenes tienen un gran futuro si saben verlo. Hay un gran mercado para la innovación y para el periodismo de calidad. Vivimos un momento de cambio apasionante.

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