La fiscal adscrita a la Sala contra la Violencia sobre la Mujer Teresa Peramato pidió ayer en Santander que los legisladores aumenten de los 16 a los 18 años la edad mínima de consentimiento para casarse en España porque, a su juicio, de esta manera "no habría matrimonios forzados".

Así, califica de "fundamental" este aumento de edad y advierte de que "como tenemos un matrimonio precoz legalizado, seguiremos teniendo matrimonios forzados", al tiempo que señala que "no hay datos que relacionen un embarazo no deseado de una menor con un matrimonio forzado" consecuencia de ello.

En una mesa redonda celebrada en el encuentro "Violencia de género, logros y retos", que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Peramato ha pedido que todos los matrimonios queden inscritos en el Registro Civil, algo que, según explicó, no ocurre -reconoce- en el caso de los matrimonios gitanos. Esta inscripción en el registro sería, a su juicio, "una manera de evitar los matrimonios forzados" en España.

Por otro lado, la fiscal opina que el establecimiento de la edad mínima para casarse a los 16 años se ha equiparado "de forma equivocada" a la existente para dar el consentimiento sexual.