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El arte de cultivar la relación de pareja

El sexólogo Iván Rotella explica las pautas para lograr una buena convivencia y mantener la llama en las diversas etapas de una relación, y fundamenta el éxito en cuatro pilares: comunicación, confianza, respeto y erótica

Primer año de convivencia | Negociación constante y búsqueda de los momentos oportunos para debatir. No es recomendable discutir en la en la casa en la que se convive: debe buscarse un lugar tranquilo y no hacerlo en un mal momento o después de un duro día de trabajo.

"La búsqueda de la pareja es una de las principales actividades que marcan nuestra vida. La gente cada vez más se da cuenta de que es una elección: que pueden seguir este camino o volar, pero con las consecuencias sociales que la última alternativa implica". Así comenzó su conferencia de clausura de un curso de verano sobre sexología el especialista Iván Rotella.

El experto detalla las claves para la buena convivencia, uno de los aspectos que los sexólogos trabajan en las terapias de pareja. "Tenemos que aprender a manejar las sensaciones del amor", comenta el sexólogo, para quien las relaciones de pareja deben basarse en cuatro pilares fundamentales: comunicación, confianza, respeto y erótica. "Un motivo de fracaso se produce cuando la pareja viene a la terapia ya muerta, cuando llega tarde porque falta alguno de estos pilares", señala.

Rotella divide la vida en pareja en cuatro etapas y ofrece distintas pautas para mejorar la relación en cada una de ellas. La primera fase por la que pasa una pareja es el enamoramiento, el momento en que ambos se empiezan a conocer. En esta etapa hay que diferenciar bien el amor de la ilusión típica de este período. Según Rotella "el amor se construye con el modo de relacionarse". Es también en el enamoramiento cuando se da "la primera vez", que según el sexólogo "es un momento muy importante porque supone la primera comunicación íntima con la otra persona". Para Rotella, el principal error que suele cometerse en este primer encuentro sexual es olvidarse de la diversión, del morbo, el deseo... Y pensar en estos aspectos solo para ocasiones posteriores, tratando esta primera relación como "un trámite que hay que pasar".

La segunda etapa llega con la convivencia de la pareja. Aquí hay dos conceptos claves, la necesidad de negociación, y en el caso de las parejas heterosexuales entender que hombres y mujeres son diferentes. "Las mujeres se empeñan en que los hombres pensemos como ellas", comenta el sexólogo, que puso un ejemplo muy claro sobre esta diferencia psicológica de los sexos.: "Los hombres somos un piso con varias habitaciones, cuando tenemos un problema salimos de un cuarto y nos encerramos en otro; las mujeres serían un loft, amplio, diáfano y en el que tienen todo a un golpe de vista", explica. El sexólogo ejemplifica así un problema que viene derivado de un hecho biológico y es que las mujeres tienen más desarrollada la parte verbal del cerebro, por eso intentan siempre hablar de todos los problemas que les surgen: "Nosotros tendemos a encuevarnos". Respecto a la negociación Rotella afirma que debe ser constante. "Hay que ser negociadores y flexibles, pero sin hacer sacrificios. No se trata de ceder sino de conceder", añade. Además, hay que escoger bien los momentos para discutir. Este especialista en sexología recomienda no hacerlo en la cama porque el dormitorio debe ser un lugar solo para jugar o descansar.

La maternidad y la paternidad conforman la tercera etapa. "Esta debe ser una decisión de ambos, y hay que entender que este momento cambia la vida en pareja al incluir a otra persona", expone Rotella. En esta etapa llegan momentos de conflicto, en el embarazo y el parto. Este tercer periodo es una prueba de la fortaleza de la pareja.

Por último llega la madurez de la relación con el paso de los años. Aquí se deben tener varios aspectos en cuenta: buscar espacio de pareja y espacio propio, mantener vida social fuera de la pareja y cultivar y mantener el sexo propio. En definitiva, la pareja hay que cuidarla día a día. En palabras de Rotella "debemos cultivar la relación y no dar martillazos sobre ella".

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