El puenting no es un deporte. Ni siquiera tiene una competición. Pero no cabe duda de que es una experiencia diferente. Turística, quizás.No es ni mucho menos una moda. Es más bien una actividad clásica. Por ello, muchos creen conocerla, pero lo cierto que es que existe una muy semejante con la que se suele confundir,el bungee jumping. El puenting es un salto en péndulo y los elementos de seguridad son cuerdas de escalada. A diferencia del bungee jumping, que es un salto en vertical que rebota varias veces y el elemento de seguridad principal es una goma.

La empresa Guías Malouco de Vigo lleva ofreciendo está actividad, "más intensa que el paracaidismo" según quienes lo practican, desde hace seis años. Los lanzamientos se realizan una vez a la semana sobre el río Deva, en Arbo, y el Miño, en Crecente, a una altura de 25 y 48 metros respectivamente. Durante el verano es cuando más gente se acerca desde distintos puntos de España, como el País Vasco, Madrid o Castilla, y a pesar de que los más habituales son gente joven de entre 20 y 35 años se han llegado a tirar personas de más de 60. Sin embargo, uno de los saltos más especiales para el gerente de Guías Malouco Fredy Iglesias, con más de 15 años de experiencia a sus espaldas, fue el de una persona con parálisis.

La actividad para el cliente técnicamente es sencilla, pero"se ponen muy nerviosos". Totalmente comprensible, puesto que es una de las actividades más irracionales que hay. "Es una lucha de la parte racional, porque estás atado y seguro, contra la emocional o instintiva que te dice: ¡adónde vas tirándote desde veinte metros!", explica Fredy. Además, si los riesgos se materializan, son muy graves."Desde tanta altura difícilmente te va a provocar un esguince de tobillo, se puede fallecer, como está comprobado".

De todas maneras, es un deporte mucho más seguro de lo que parece. Siempre y cuando se haga a cargo de un personal formado. Para Iglesias, la formación es primordial, porque la mayoría de las personas no tienen la precaución necesaria y "no son conscientes de que hacen las cosas mal". "Si hay mil personas haciendo puenting con empresas, probablemente no haya ningún accidente. Pero, por ejemplo, si se hacen diez saltos a nivel particular, sin ningún tipo de formación, es muy probable que haya alguna desgracia", añade.

El salto tiene menos de dos segundos de duración. Muy poco tiempo. Pero,"la sensación es enorme, precisamente, por lo antinatural de asunto".