El modulo de la Agencia Espacial Europea (ESA) Philae ha hallado varias sustancias precursoras de la vida en el núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, en cuya superficie se encuentra desde noviembre de 2014. Este logro ayudará a comprender mejor el origen de la vida en la Tierra.

Concretamente, se ha desvelado la presencia de unos 16 compuestos orgánicos, muchos de los cuales contienen nitrógeno, aunque no hay evidencias de azufre, según han apuntado los científicos. Estos datos, que han sido publicados en 'Science', refuerzan la teoría de que los cometas se formaron a partir de granos de polvo cubiertos de hielo en la nebulosa solar que precedió al Sistema Solar.

"Algunos de los productos (moléculas orgánicas) hallados en el polvo del cometa se consideran precursores de la vida, pues intervienen en la formación de aminoácidos esenciales o de bases nucléicas. Cuatro de ellos (isocianato de metilo, acetona, propanal y acetamida) no se habían descubierto anteriormente en otros cometas", ha explicado Guillermo Muñoz Caro, investigador del Centro de Astrobiología (CAB).

El investigador ha explicado que el dispositivo COSAC de Philae, construido para analizar la composición del núcleo del cometa, se puso en marcha "veinticinco minutos después del primer aterrizaje sobre el cometa". Fue entonces cuando tomó un espectro en el modo sniffing (de olfateo), de manera similar "a los detectores de sustancias químicas que se ven en los aeropuertos".

Primer descubrimiento 'in situ' en el núcleo del cometa

Los cometas conservan el material mas prístino del Sistema Solar en forma de hielo y polvo (silicatos y materia orgánica sólida) que se debió formar en el espacio interestelar, incluso antes de que apareciese la nebulosa solar que, con el tiempo, se transformaría en el actual Sistema Solar.

Por ello, los datos recogidos por el COSAC, que son el primer descubrimiento 'in situ' de varias sustancias en el núcleo de un cometa, son de "interés para la astrofísica y para el estudio del origen de la vida sobre la Tierra".

Una teoría existente desde hace décadas propone que los cometas se formaron a partir de granos de polvo cubiertos de hielo en la nebulosa solar. "Si ese material llamado 'hielo sucio' se conservaba en el núcleo del cometa, esperábamos hallar moléculas orgánicas precursoras de la vida, al igual que ocurre en los experimentos que simulan la irradiación de hielo en el laboratorio. Podemos decir que los resultados de COSAC refuerzan esa teoría", ha insistido.

Materia primitiva que se conserva hasta hoy

Para el investigador, "la detección de moléculas relativamente complejas en un núcleo cometario sugiere que una fracción importante de esa materia primitiva se ha conservado intacta hasta la actualidad".

De hecho, apunta que la formación de moléculas complejas, como la acetamida, a partir de otras más simples como el agua, el monóxido de carbono y el amoniaco, sugiere que se formaron en el polvo pre-cometario expuesto a la radiación ultravioleta y los iones (rayos cósmicos)".

Una vez formado el cometa, su tamaño impide que la radiación penetre hasta el interior, con lo cual esos productos orgánicos se debieron formar antes, en el polvo cubierto de mantos de hielo.

Por otro lado, un gran número de cometas de impacto sobre una joven Tierra, hasta hace unos 3.800 millones de años, habría depositado su carga prebiótica sobre el océano primitivo, por tanto se baraja que las primeras reacciones quimicas precursoras de la vida pudieron ocurrir en ese periodo.