El abuelo materno de la Reina Letizia, Francisco Rocasolano, falleció la noche del domingo a los 98 años en el hospital Clínico Universitario de Salamanca, en el que había ingresado el sábado por problemas coronarios, según confirmaron fuentes sanitarias.

Rocasolano se sintió indispuesto mientras descansaba en Puerto de Béjar (Salamanca), por lo que fue trasladado al Clínico de Salamanca, donde expiró. Los médicos habían preparado el traslado del paciente en una UVI móvil, pero decidieron no hacerlo su estado de salud empeoró sensiblemente y los facultativos decidieron dejarlo en el centro, donde murió poco después.

Doña Letizia canceló anteayer su asistencia al acto de entrega de los Premios Nacionales de la Moda, que iba a presidir ayer por la mañana en el Museo del Traje de Madrid, para estar con su familia. El rey Felipe VI, que ayer recibía en audiencia a la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, lució una corbata negra en señal de duelo.

Los familiares de Rocasolano, ya congregados en Salamanca tras conocer su delicado estado, lo despidieron en la más estricta intimidad. Zarzuela no se pronunció al no ser Francisco Rocasolano un miembro de la Familia Real. Por su parte la Federación Profesional del Taxi de Madrid, quiso expresar "su más sentido pésame" a la familia del fallecido en nombre de esta profesión a la que "estuvo siempre tan orgulloso de pertenecer". Tuvo una licencia de taxi desde 1960 hasta su jubilación en 1983.

Francisco Rocasolano, nacido en el madrileño barrio de Prosperidad en 1918, había enviudado de Enriqueta Rodríguez en 2008, con la que fue progenitor de Francisco, actualmente funcionario europeo en Bruselas, y Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia y de sus hermanas Telma y la fallecida Erika. Don Francisco estuvo siempre muy unido a estas tres nietas, e incluso llegó a cuidarlas cuando su padre, el periodista Jesús Ortiz, fue trasladado a Madrid y su madre debió permanecer en Oviedo trabajando como enfermera.

La vida de Francisco Rocasolano dio un vuelco en 2003, cuando, ya retirado en Alicante con su esposa, su nieta se comprometió con el príncipe de España. Educado y campechano, la fama lo abrumaba pero siempre atendió con amabilidad a los medios de comunicación, convirtiéndose en una especie de portavoz de su nieta Letizia. Una de sus últimas apariciones públicas fue en la coronación de su nieta como reina de España en junio de 2014, a la que quiso asistir pese a su ya deteriorado estado de salud.