Existen leyendas urbanas que son demasiado increíbles como para ser ciertas, pero que se han instalado en el imaginario colectivo como reales. Algunas, como la de Ricky Martin, el perro y su sorpresa a una joven en televisión, han quedado suficientemente desmentidas. Hay otras que aunque no son tan descabelladas, son completamente falsas pero se resisten a desaparecer.

Walt Disney, ¿congelado?

Podría ser, pero no. El secretismo con el que fue enterrado el creador de Mickey Mouse y su interés por la tecnología avanzada, contribuyó a alimentar esta leyenda urbana que también se ha atribuido a otros personajes famosos como Michael Jackson, que se decían estaban criogenizados para devolverles la vida en un futuro.

El epitafio de la tumba de Groucho Marx

De la boca de Julius Henry Marx, más conocido como Groucho Marx, han salido algunas de las frases más geniales de la historia ya no del séptimo arte, sino de la cultura en general. Aunque el actor pidió que en su tumba figurase el epitafio "Disculpe que no me levante", lo cierto es que lo único que hay en su lápida es su nombre junto a una estrella de David y su fecha de nacimiento y muerte.

Leyendas del rock

Las bandas rockeras siempre han estado rodeadas de falsas historias. Que si los Beatles incluían mensajes satánicos en sus discos, que si el propio Paul McCartney estaba muerto o que Lemmy de Mötorhead y los miembros de Slayer son nazis. Pero algunas de las más graciosas se han atribuido a Kiss. Se decía que su bajista, Gene Simmons, se cortó el frenillo de la lengua en un concierto para hacer su famoso vómito de sangre y por eso la tiene tan larga. También se llegó a afirmar que en sus conciertos sacaban pollos vivos que aplastaban en directo con sus monstruosas botas de plataforma.

Albert Einstein sacaba malas notas

Si Albert Einstein era mal estudiante y se convirtió en un genio, ¿por qué no mi hijo? Este pensamiento ha pasado por la mente de muchos padres cuando sus vástagos les entregaban las notas de fin de curso. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque abandonó la escuela a los 15 años, el creador de la Teoría de la Relatividad lo hizo siendo un genio de las matemáticas y para ingresar en un instituto tecnológico suizo. Tuvo problemas con las asignaturas de idiomas, pero siempre sacó buenas notas.

La orina combate las picaduras de medusa

Pues va a ser que no. Uno de los remedios más populares contra las dolorosas picaduras de las medusas es un fraude. Así que la próxima vez que te pique una, ya sabes lo que no tienes que hacer. El mejor remedio, según los expertos, es limpiar la herida con agua salada y aplicar compresas frías y una pomada.

La cocaína, el ingrediente secreto de la Coca-Cola

A finales del siglo XIX, la Coca-Cola se vendía como tónico para la salud y llevaba hoja de coca, como muchos otros medicamentos. No obstante, en 1929 este ingrediente se dejó de utilizar. Mucho se ha hablado sobre cuál es la fórmula secreta del famoso refresco, que permanece a buen recaudo en una caja de seguridad de Atlanta bajo una clave que solo conocen dos empleados, según mantiene la propia compañía.

Digerir un chicle cuesta años

Cuando nos tragábamos un chicle de pequeños, el terror invadía nuestro cuerpo. "¿Me voy a morir?", preguntábamos a nuestros padres. El chicle no se digiere. Nuestros jugos gástricos no están preparados para disolver los ingredientes de los chicles, pero esto no quiere decir que se queden pegados en el estómago. Cuando hagamos una visita al baño, caerá tal cual por el inodoro.

Cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York

En las alcantarillas de Nueva York hay cocodrilos porque, según decía una popular leyenda urbana, familias que volvían de pasar unas vacaciones en Florida se traían uno de estos reptiles como mascota y terminaban tirándolos por el wáter cuando empezaban a crecer. Hasta la fecha nadie ha visto ninguno.

La Gran Muralla China se ve desde el espacio

Otra falsa historia muy extendida. Esta megalítica construcción de algo menos de 5 metros de anchura se extiende a lo largo de más de 21.000 kilómetros, pero es imposible divisarla desde un transbordador espacial.

El avestruz esconde la cabeza bajo tierra cuando ve peligro

"No escondas la cabeza bajo tierra como el avestruz" es un dicho popular que no tiene nada de cierto. Lo que hace esta ave cuando se siente en peligro es ocultar su largo cuello para confundir a los depredadores, que no pueden distinguir la cabeza. Asimismo, bajan la cabeza a ras de suelo para ser menos visibles cuando empollan sus huevos.