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Una fiesta de fama internacional

Los vecinos de Sabucedo bajan 400 caballos del monte para la "Rapa das Bestas"

Más de 150 personas participan en las batidas para recoger a las manadas de O Santo. En el primer curro de esta tarde participarán entre veinte y treinta aloitadores

Comenzaron la jornada con devoción, la misma que les lleva a pedir cada año la protección de San Lorenzo antes de encaminarse monte arriba para reunir a los caballos de O Santo. Alentados por la fuerza de la tradición que corre por sus venas, los vecinos de Sabucedo guiaron desde primera hora de la mañana a un numeroso grupo, deseoso de salir al encuentro de los caballos que corren libres durante todo el año por los montes que rodean la aldea, conocedores de que el primer fin de semana de julio el hombre saldrá a su encuentro. La tarea fue dura. La comitiva partió al alba y no regresó a Sabucedo hasta última hora de la tarde. Su esfuerzo logró reunir, según los datos barajados por la organización, cerca de 400 caballos para los tres curros de esta temporada.

Diversos integrantes de la Asociación Rapa das Bestas coincidieron en subrayar que la meteorología puso su grano de arena para ayudar con el trabajo en el monte. Las agradables temperaturas favorecieron el ascenso hasta la zona en la que habitan las manadas, animando a más de 150 personas -entre aloitadores, vecinos de Sabucedo, visitantes y profesionales gráficos de medios de comunicación- a subir al monte para participar en uno de los momentos más impactantes de esta fiesta de interés turístico internacional.

Todos ellos completaron los 7,5 kilómetros de subida que separan Sabucedo de O Peón, el monte que tradicionalmente se adopta como punto de reunión de las manadas.Hasta este enclave llegaron caballos procedentes de los montes de Souto, O Cávado, A Conla y As Quintas. Aunque el tiempo acompañó, cierto es que la reunión fue, quizás, más lenta de lo aguardado, ya que algún que otro grupo de caballos escapó y fue necesario volver en su búsqueda. Desde la asociación calculan que serían las siete de la tarde cuando se cerró el vallado de O Castelo con todos los caballos dentro. Desde este punto, a unos 15 minutos a pie desde Sabucedo, serán conducidos al mediodía de hoy, a fin de que irrumpan en la aldea para goce de vecinos y visitantes. Los équidos serán encaminados seguidamente hasta un cierre próximo al Campo do Medio, un entorno en el que también se encuentra el curro. Sus puertas se abrirán de par en par para recibir a las dos partes protagonistas de esta ancestral tradición al filo de las siete. Será el primero de los tres encuentros de este año.

El invierno fue benigno para esta cabaña, que ayer lucía briosa, fruto de la comida que estos equinos pudieron encontrar en el monte durante la estación invernal. Algunos de estos caballos hicieron incluso alarde de su energía y se lo pusieron difícil a los aloitadores para conducirlos al cierre. Más de uno exigió una prueba de fondo retando a los de Sabucedo a una carrera.

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