El Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia de la Audiencia de A Coruña que condenó a penas de entre siete meses y un año y nueve meses de prisión a quince jóvenes por difundir un vídeo íntimo sin autorización de la autora que se grabó a ella misma.

La Audiencia declaró probado que la joven, que tenía 21 años en 2004, grabó un vídeo íntimo suyo en Ordes y creó cuatro archivos para descargar la grabación en su ordenador. Añadió que después borró las imágenes y las envió a la papelera de reciclaje, aunque nos las eliminó de su equipo, y posteriormente llevó su ordenador a una tienda de informática del municipio coruñés de Ordes para que le pusieran una copiadora de discos compactos. El principal acusado, que trabajaba allí como informático, sin el permiso de la propietaria, recuperó los cuatro archivos e hizo copias que repartió entre los otros condenados, que lo difundieron por el pueblo y a través de internet.