La reválida de 3º de Primaria, que se estrena en las aulas gallegas hoy y mañana, viene precedida de un reguero de protestas. En Navarra hubo concentraciones de padres a las puertas de los colegios y manifestaciones, igual que en Madrid, Murcia, Cataluña o Baleares, donde algunos colectivos de profesores aseguraron detectar "errores importantes" en los exámenes. Ayer mismo, Castilla y León, que va por delante de Galicia un día, encaraba la celebración de esta evaluación con protestas del personal docente y denuncias de sindicatos como CC OO, que criticó que los cuestionarios incluyen preguntas que están fuera del currículum de lo que se enseña a un niño de ocho años. Eso en los centros a donde llegaron las pruebas, porque hay otros a los que no, afirmaron.

Previsiblemente, ese problema en concreto no ocurrirá en Galicia. Al menos la Consellería de Educación aseguraba ayer que los materiales para la prueba ya fueron remitidos a todos los centros y "no consta ninguna incidencia al respecto". No obstante, el estreno de la primera de las pruebas previstas que fija la Lomce y que se suceden a lo largo de las etapas educativas podría venir asociado a otro tipo de contratiempos para la Xunta, como el hecho de que los padres se planteen no llevar a sus hijos al centro.

Según Confapa, que agrupa las anpas de los colegios públicos gallegos, serán "muchos" los que opten por esta decisión y el propio departamento dirigido por Román Rodríguez reconocía que "algún centro, de forma muy puntual e a modo informativo" les comunicó que alguna asociación de padres y madres de alumnos (ANPA) había decidido que los niños no acudieran a hacer la prueba. No obstante, fuentes de la Consellería apuntan que "una cosa es el mandato de la ANPA y otra lo que vaya a hacer cada padre a título individual".

La incógnita de cómo funcionará en Galicia el boicot al que apelaron el sindicato STEG o la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, además de varias asociaciones de anpas públicas, se resolverá hoy, que es cuando se dirimirá cuántos de los en torno a 22.000 niños convocados en unos 800 centros educativos realizarán una prueba cuyo carácter la Administración educativa insiste en desvincular del de una reválida y de la que subraya que no "los resultados obtenidos no repercutirán en el expediente académico".

Partidos como AGE y BNG, que anunciaron que apoyaban a las familias gallegas que boicoteasen la prueba, intentaron ayer parar su realización en la Cámara gallega. El diputado de AGE Ramón Vázquez presentó una moción que aspiraba a "paralizar las reválidas". Aunque fue respaldada por todos los grupos de la oposición, fue rechazada por los populares gallegos.

En el debate, el diputado del PP Hipólito Fariñas defendió la Lomce y aseguró que en "los países nórdicos, en Alemania y en Francia disponen de una prueba exactamente igual". Lamentó que algunos partidos de la oposición se dediquen a intentar "boicotear" esos exámenes que "no son una reválida", sino "una prueba individualizada de evaluación".

En la misma línea se ha pronunciado de forma reiterada el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien apeló a la "responsabilidad" de las familias. En los últimos días, la Xunta ha lanzado también un mensaje de "tranquilidad" a los padres, afirmando que la prueba es semejante a la que se realizaba en 4º y tiene "carácter estrictamente informativo y orientador".

Educación destaca que la prueba a la que se someterán hoy y mañana los niños (hoy harán la primera parte del cuaderno de competencia lingüística y, tras un descanso, la primera del de matemáticas, y mañana la segunda) ha sido diseñada por docentes de la Consellería, "expertos" en ese nivel educativo y que será "asequible".