Más de 300 integrantes de orquestas gallegas se han manifestado este miércoles en Santiago para reclamar a la Xunta que abra una vía de diálogo con el objetivo de "regularizar" la situación de un sector que, denuncian, "está abandonado".

Así lo ha explicado, en declaraciones a los medios, el presidente de la Asociación de Orquestas de Galicia, Manuel Fariña, quien ha criticado que la normativa que afecta a las orquestas no ha cambiado en "50 años", aunque a día de hoy los "tiempos hayan cambiado". "No podemos tener las mismas condiciones de trabajo que antes", ha subrayado Fariña, que ha admitido que se trata de un sector que "está muy oculto", aunque no por su "culpa".

Trabajadores del sector de las orquestas en la Comunidad se han dado cita a las 10.30 horas de este miércoles ante la estación de autobuses de Santiago, donde han iniciado una marcha hasta la Plaza de Galicia encabezada por una pancarta en la que se podía leer 'Verbena galega: patrimonio cultural xa'. Los manifestantes han pasado por delante del edificio del Parlamento de Galicia lanzando silbidos y abucheos.

Que el negocio emerja

Para Manuel Fariña, es necesario que la Xunta designe un "interlocutor" que abra una vía de diálogo con el sector para que este "emerja", teniendo en cuenta que "las verbenas son muy importantes en Galicia, son parte de su cultura".

Así, el presidente de la asociación ha apostado por encontrar una solución a este conflicto "entre todos", negociando una forma de tributación que "permita la supervivencia" de las orquestas.

El sector, ha explicado Manuel Fariña, siempre ha trabajado bajo el régimen de artistas, "que es un régimen que no tributa". "Ahora quieren hacer que tributemos, y me parece lógico, ahora, los impuestos que se puedan pagar", ha indicado, tras calificar de "exagerado" el IVA que deberían abonar según los requisitos de Hacienda.

De forma paralela, han reclamado una protección especial para las verbenas y 'romerías' gallegas, que tenga en cuenta su singularidad. En la actualidad, ha criticado Fariña, este tipo de eventos se rigen por la Ley de Espectáculos, que "está pensada para grandes eventos". "No le puedes aplicar las mismas condiciones aun concierto de 50.000 personas que a una berbena de 300 personas, no cabe en la cabeza de nadie", ha concluido.