El Papa Francisco recibió ayer en el Vaticano al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, del que dijo que es "un ángel de la paz". La visita de Abbas a Roma se produce después del reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Vaticano.

Abbas fue recibido en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde Abbas regaló unas reliquias y un rosario al Papa, que le correspondió con un ejemplar de su exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" en inglés, y una medalla.

"Es símbolo del ángel de la paz que destruye el espíritu maligno de la guerra. He pensado en ti, que eres un ángel de paz", ha afirmado Francisco al entregarle la medalla a Abbas. La noticia del reconocimiento oficial por parte de la Santa Sede del Estado de Palestina la dio a conocer esta semana subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Antoine Camilleri, en una entrevista concedida al diario del Vaticano, "L'Osservatore Romano". Además, ambas partes han firmado un Acuerdo sobre la actividad de la Iglesia Católica en Palestina.

Sobre el encuentro de ayer, la Santa Sede ha emitido un comunicado en el que informa que "durante las conversaciones, desarrolladas en un atmósfera cordial, se ha expresado una gran satisfacción por el acuerdo alcanzado sobre el texto de un acuerdo global entre las partes relativo a algunos aspectos esenciales de la vida y de la actividad de la Iglesia Católica en Palestina y que se firmará en un futuro próximo".

En la reunión, que duró unos veinte minutos, el Papa y el mandatario palestino conversaron también sobre el proceso de paz con Israel "con la esperanza de que se reanuden las negociaciones directas entre las partes para encontrar una solución justa y duradera al conflicto, reiterando el deseo de que, con el apoyo de la comunidad internacional, los israelíes y los palestinos tomen con determinación decisiones audaces a favor de la paz".

El texto señala finalmente que también hablaron sobre el conflicto en Oriente Próximo y reafirmaron la "importancia de la lucha contra el terrorismo" y resaltando "la necesidad del diálogo interreligioso".