El Mercado de la Cosecha abre hoy su primer "pop-up store" en Vigo, un espacio efímero -echará la verja el 31 de julio- pero que sus promotores están seguros de que dejará un profundo poso. Esta iniciativa de compromiso social, que promueven de forma conjunta Corporación de Hijos de Rivera, R y Gadis, tiene como objetivo impulsar el desarrollo socioeconómico de Galicia y la sostenibilidad del medio rural, y tendrá como protagonistas 17 iniciativas rurales durante los próximos dos meses y medio.

Entre los proyectos con los que arranca este Mercado de la Cosecha, instalado en la antigua tienda de Pórtico de la calle Policarpo Sanz 26-28, se encuentra Idoia Cuesta, cestera textil y premio nacional de artesanía 2011, y que ha colaborado con diseñadores como Sara Coleman, Martín Azúa y firmas como Loewe. Precisamente en la colaboración con industrias como la textil ve esta artesana de Lugo el futuro de la cestería, cuyo mundo descubrirá ahora en este Mercado de la Cosecha. "Uno de los objetivos de mi trabajo es transmitir el conocimiento de un oficio en vías de extinción para que no se pierda", explicó ayer en Vigo.

Convertirse en un escaparate para estos pequeños emprendedores es una de las finalidades de esta iniciativa, que cada semana irá cambiando de firmas para presentar así algunos de los proyectos ejemplares desarrollados en el rural y mostrar la historia personal que subyace detrás de cada uno de ellos. "Detrás de cada producto hay historias singulares de personas apegadas a la tierra", afirmó el director de relaciones institucionales de Corporación Hijos de Rivera, Antonio Viejo.

Con este amor por la tierra y con la idea certera de que se puede hacer "otro tipo de productos", Nuria Varela-Portas, de Pazo de Vilane, ha conseguido convertir los huevos de sus gallinas camperas en "delicatessen" y que compitan con productos de grandes marcas. En la exclusividad tiene también su mejor baza aceites Olei, empresa que ha recuperado la aceituna brava gallega. "Esta iniciativa es una gran oportunidad para que lo urbano conozca lo que se está haciendo en el rural", aseguró María Estévez en referencia al Mercado de la Cosecha.

En este sentido, Carlos Mascato, de Ibérica de Esponjas, empresa que se dedica a la producción de esponjas naturales a través de la biogenética, lamentó el desconocimiento general que hay de los productos que se hacen Galicia. "Nuestras esponjas tienen más demanda fuera que aquí", aseguró.

Otras iniciativas de este primer Mercado de la Cosecha son los abonos ecológicos que produce Ecocelta, empresa fundada por el argentino Sergio Quiroga, que se define como "ganadero de lombrices"; los quesos de Germán García de Cortes, de Muar, que se hizo cargo de la quesería familiar y modernizó su imagen; y las galletas de Marta Álvarez, de la Granxa Maruxa, que ahora prepara su incursión en la cosmética.

La necesidad de reinventarse es una idea en la que coinciden estos emprendedores del rural, como hizo Cristina Fernández Armesto, de Casa Grande de Xanceda, que convirtió la vaquería de su abuelo en una "mini industria" para producir sus propios productos y poder así competir con otras explotaciones de mayor tamaño. Todos ellos acercarán al consumidor urbano sus productos en este Mercado de la Cosecha, donde también ofrecerán degustaciones y talleres.