Soutomaior, tierra de grandes albariños en la memoria más veterana de los amantes del buen vino de Galicia, ha encontrado nuevos "creyentes". Simón y Noelia tuvieron un sueño que verán cumplido este mismo año con la puesta en el mercado de su primera cosecha de "Noelia Bebelia". Es su apuesta personal por esta subzona, la más pequeña de las cinco de las que consta la Denominación de Origen Rías Baixas, para devolverla al "top" mundial de los vinos blancos. Para ello, un lustro atrás, convencieron a los comuneros de "A Candán" (una extensión de tres hectáreas concluida en su puesta a punto definitiva de accesos y remate con el destierro de las obras del AVE, con orientación sur en la ladera del río Verdugo) para que le cediesen, en régimen de alquiler, lo que hoy es ya el viñedo por excelencia de la demarcación, una superficie con la que se duplica la producción vinícola de la subzona y de la que está a punto de embotellarse el que podría considerarse el primer vino galego de "alta velocidad".

Amén de la fe ciega de este matrimonio en la personalidad de este albariño marcado por el fuerte carácter atlántico que le concede su situación al borde del fondo de la Ría de Vigo, el envite de Noelia y de Simón se ampara también en el conocimiento del terruño, del que ambos son nativos, y de su convencimiento por otorgarle a la producción un método distinto de hacer las cosas, una fórmula en vanguardia que enseña distintas elaboraciones del albariño: "Buscamos una elaboración que nos ofrecezca -asegura Simón- un vino que alcance su máxima expresión a partir del segundo o tercer año".

La idea por la que hoy la subzona de Soutomaior ha duplicado su producción comenzó hace cinco años cuando los impulsores del proyecto formaron un equipo con expertos, investigadores del CSIC y de la Universidad de Vigo, entre otros centros.

El primer enólogo que participó en el diseño de la finca fue Jesús Pita Sors, especialista destacado en el ámbito de la investigación del albariño. En el proyecto inicial confluyeron también investigadores del departamento de Bilogía Vegetal de la Universidad de Vigo, del CSIC o de la estación de viticultura de Leiro. Tras la negociación con los comuneros, llegó el diseño de la finca, la plantación, la primera cosecha, los primeros ensayos en bodega, los experimentos de envejecimiento, el original diseño de la botella... Y ahora el primer embotellado.