Acompañar, asesorar y resolver las dudas que surgen a las futuras madres durante todo el embarazo o el parto. Esta es la función que, según Lupe Barbosa, ejercen las doulas que como ella trabajan en la comunidad gallega: mujeres que ya han sigo madres y cuya formación varía según el caso. "Ni hacemos diagnósticos, ni pruebas, ni nada que tenga que ver con los sanitario. Nos encargamos sólo de la parte emocional", señala, sorprendida por la denuncia de los enfermeros ya que asegura, las doulas no entran en competencia con las matronas ya que ejercen funciones diferentes. Y para demostrarlo pone un ejemplo práctico. "Hace poco acompañé a una madre en un parto domiciliario. Estaban dos matronas y yo. Yo sólo me encargaba de ayudarla a respirar e intentar tranquilizarla", señala Barbosa, quien cree que "el dinero" está detrás de toda esta polémica. "Creen que les vamos a quitar el puesto cuando no tiene nada que ver, no atendemos la parte fisiológica", sostiene.

Barbosa lamenta además que se generalice sobre la falta de formación de las doulas. "En mi caso he realizado cursos de formación aunque por una cuestión de conocimiento porque luego no los aplicamos, no diagnosticamos", reitera para negar tajantemente que digan a las madres "que coman la placenta" o que guarden "el cordón umbilical". "Pero hay culturas, como los judíos, que sí guardan el cordón y si me preguntan, pues yo puedo explicárselo, pero nosotras no mandamos nada, informamos y la decisión es de las madres", señala.

En su caso ofrece asesoramiento y acompañamiento individual o sesiones en grupo. En el segundo caso se trata de dos sesiones semanales a las que acuden las madres y sus parejas y en las que se realizan diferentes tareas -desde enseñar a preparar un biberón o cambiar pañales hasta claves para identificar el dolor de contracciones- y se intentan resolver dudas.