La Fundación Galicia Obra Social (Afundación) acogió ayer el concierto de la cantante israelí Noa. Fue el estreno español de la presentación de su más reciente trabajo, "Love Medicine". El Teatro Afundación no se llenó para recibir a la israelita, pese a que se trata de una cantante suficientemente famosa, quién sabe si por falta de publicidad o si la causa sería el cansancio postnavideño. Pero con todo no fue tampoco un fracaso de ventas exactamente. Y lo que no fue, para su público, de ningún modo, es un fracaso artístico.

Los incondicionales de la autora de "Achinoam Nini and Gil Dor Live" (1991) estuvieron encantados y entregados a la artista israelí. Achinoam Nini, más conocida como Noa, nació en Tel- Aviv (Israel) en 1969, aunque vivió en Nueva York desde los dos años, hasta que regresó a Israel a los 17.

Cosmopolita, su música recibe influencias tan dispares como Paul Simon, Joni Mitchell o Leonard Cohen, combinadas con las raíces yemeníes de la cantante. Una mezcla de música global y "adult oriented pop" que ha recopilado numerosos éxitos como el Premio de la Crítica del Festival de San Remo. También ha participado con mucho éxito en Eurovisión, en 2009. Además triunfa en las fórmulas radiofónicas, y su carrera, de diez discos ya, se consolida con "Love Medicine", su nueva obra, en la que han colaborado Gilberto Gil, Pat Metheny o Joaquín Sabina.

En el teatro la acompañaban Gil Dor a las guitarras, el doble bajo de Adan Ben Ezra y Gadi Seri, en la batería. Una presencia austera para una artista que es todo lo contrario, un dechado de efectos vocales que levantaron aplausos encendidos no pocas veces. Abrió con "Shalom", en una entrada discreta, tomando posición escénica con su banda. Todos vestidos de riguroso negro. Entraron sin preludios ni intros ni saludos. Música y sus canciones, una travesía por sonidos que van del pop a la bossa ("Happy song") y canto tradicional, arreglados con aires Easy Listening e incluso jazzie. Ligando la mezcla, la voz muy agradable y versátil de la cantante.

Noa no se limita a ser la voz guía, también toca batería y percusiones, como en "I don't know" o en "Mishaela". Finalmente, tras la cuarta canción interpretada, saludó en inglés, con un guiño al marisco gallego, y se atrevió a comentar en castellano apoyándose en un texto leído, con el que introdujo el tema "Eternity and beauty" compuesto con el mencionado Pat Metheny. Donde mejor luce es en las escasas muestras de folclore puro, como "Sapari".

La banda ofrece una compañía equilibrada, sonidos detallistas, un tapiz instrumental en el que destaca la precisión de las percusiones de Gadi Seri.

El concierto se alargó hasta un final con "Uno queriendo ser dos" Y ofreció una sorpresa muy aplaudida, al anunciar Noa la presencia sobre las tablas de un amigo e invitado muy especial, Carlos Núñez. Evidentemente esta sorpresa fue saludada muy calurosamente por el público vigués, y el gaiteiro acompañó en un tema con su arte y su contrastada presencia escénica a la cantante israelí, en los bises.