"Eran jóvenes, atrevidos y con ganas de comerse el mundo: Los Santos", un grupo vigués cuyo nombre hacía alusión a la festividad de Todos los Santos lograría actuar junto a Los Bravos, su grupo fetiche, en solo tres años de carrera musical. Como muchas otras formaciones de la época, sus miembros habían pertenecido a otras bandas y la calidad de sus covers de artistas españoles estremeció al público -sobre todo al femenino- con la voz de Prudencio. Eran músicos semiprofesionales, vestían igual que The Beatles en sus primeras apariciones en Liverpool y su estilo jocoso, desenfadado y romántico, les elevó y situó entre los mejores del año 1965. Hicieron temas propios grabaron su primer single en Madrid -que les catapultó a la fama estatal- pero pronto y por motivos laborales o por el obligado cumplimiento del servicio militar, se disolvieron.
Los Santos son solo uno de lo grupos señalados de los años sesenta en Vigo y cuya historia ahora recoge el libro "Los increíbles 25 de mediados de 65", del autor Diego Lamas. Este escritor, que ha firmado anteriores títulos sobre historia musical publica ahora esta recopilación -de descarga gratuita durante tres días en internet- como deuda con las agrupaciones de aquel momento en la ciudad.
Entre los recordados, Los Rangers, uno de los primeros conjuntos de la ciudad con cantante femenina, que integraban los "Tres Joses", como se les conocía en el entorno musical, con Pedro y Manolita. También, Los Vampiros, con el honor de "ser los primeros en el rock eléctrico de la ciudad"; o Los Munsters, que "fueron la mejor banda de pop-rock entre 1966 y 1967", sitúa el autor. También Los Juniors, The Frogs, o The Stags, Potes o Creps, tuvieron su lugar destacado.
"El nivel alcanzado por los músicos vigueses en los años 60 era para quedarse con la boca abierta. Las noticias de las bandas de rock en inglés, se convirtieron en la catapulta que impulsó a muchos vigueses a a crear sus propios grupos", explica Diego Lamas. "Muchos de ellos solo utilizaban su música como método para divertirse, ligar o abrirse un hueco entre la gente importante de la clase. Los guateques y fiestas municipales fueron el tapiz donde presentaron sus creaciones", explica en la introducción del trabajo.
"La ciudad conoció entonces el fenómeno grupie. Grupos de personas iban a los conciertos de sus grupos favoritos, donde se relacionaban y divertían", comenta. A pesar del control policial, que lo hubo, Lamas valora la época como "un periodo musical que contó con bandas de calidad extraordinaria en Vigo".
También, sitúa a la ciudad entonces como "la cuna del movimiento Mod en Galicia". El movimiento mod (del inglés modernist) es una subcultura que se originó en Londres y EEUU a finales de los años 1950 y alcanzó su punto máximo entre principios y mediados de la década de 1960. Eran de clase media y mostraban interés por las nuevas modas, también en la música.
En esa órbita se situarían los Diavolos, una banda que adaptaba canciones de grupos famosos anglosajones con letras propias en castellano y entre cuyos temas estaba "Conocerte mejor", "Bailemos" o "Lo tendrás". Fueron las primeras composiciones de una banda viguesa de este estilo, en salir en la radio a nivel nacional y que realizaron una gira desde Galicia hasta Madrid de varios meses para darse a conocer. También Los Golpes, formación integrada por Maximino, José Manuel, Fernando y Ángel, cuya banda "versionaba a The Who".
Los antiguos Diavolos, ahora con el nombre de Zuecos, de vuelta a Vigo, tocaron en infinidad de locales y fiestas. Francisco, Nando, Carlos y el cantante Lorenzo González presentaban sus actuaciones al mas puro estilo italiano, con trajes impolutos y buena percha.
Ferreira: "Un 15% de grupos eran 'mod': Los Zuecos, Los Diávolos, Los Golpes, The Stags"
- El fundador y guitarrista del grupo The Stags, Fernando Ferreira, habla en primera persona de ese momento musical en su libro "Crónicas de un Vigo Yeyé", en el que identifica a 95 grupos nacidos en la ciudad desde 1958 a 1975. "En cierto modo, Vigo sí fue la cuna del mod en Galicia, aunque es un término incompleto, ya que entonces la ciudad acogió influencias inglesas; es notorio que hubo inspiración británica evidentemente, pero también francesa, italiana o EE UU y su rock dejaron influjo", explicó ayer Ferreira. En su caso, pasó de participar en la creación de The Stags en 1964, a irse al grupo Manson a finales de los años 60 y luego a Los Lejanos. "De todos los grupos que hubo entonces, un 15% eran mod", asegura. Y cita a Los Diavolos, a Los Golpes y Los Zuecos.En su libro, cita textualmente: "Una serie de jóvenes influenciados por sonidos foráneos, comenzaron a reunirse para intentar emularlos. Estas reunion ensayo se celebraban casi en la clandestinidad y se amenizaban con instrumentos básicos [...] Recordemos que la profesión de músico no era precisamente bien valorada por unos padres que deseaban que sus hijos estudiasen algo de provecho como Medicina, Derecho o Peritaje Industrial, que se podía cursar en Vigo. Estos hechos comenzaron 20 años antes de la tan publicitada Movida Viguesa de los 80, pero con muchísimos menos medios y sin el apoyo mediático, institucional, familiar y discográfico que envolvió a ésta última". Al mismo tiempo, Ferreira asegura que "Vigo, por su condición portuaria fue, junto a Gijón, la ciudad del norte ibérico que más influencias recibió y en la que cuajó con más intensidad este movimiento".
