Con el último hallazgo del grupo gallego de investigación de NeurObesidad, dirigido por el científico Starting Grant Miguel López y publicado en la revista Cell Reports, quedan claras al menos dos cosas para la comunidad científica internacional: que la acción de las ceramidas sobre el hipotálamo bloquea la capacidad de perder peso y, dos, si cabe más importante, que existe una proteína capaz de corregir este bloqueo. Es la proteína GRP78, de la familia de las chaperonas, y en ella se concentran todas las esperanzas de futuro para lograr fármacos capaces de fomentar la pérdida de peso sin tener que reducir necesariamente la alimentación. Además, la solución genética del equipo gallego también actúa sobre la diabetes.

"El conocimiento de estos mecanismos moleculares permitirá identificar nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de la obesidad y el síndrome metabólico", explica el investigador principal, Miguel López, vinculado a la USC y al Ciberobn, contento con los resultados y con la publicación en la revista de tirada mundial: "es el trabajo de muchos, solo el artículo de la publicación lo firmamos 14 investigadores". Los pasos de la ciencia son lentos: tras este hallazgo propio de la investigación básica sería necesario pasar a la fase de investigación farmacológica con el objetivo de encontrar un tratamiento que permita llevar a cabo la función de esta proteína en humanos, siendo capaz de actuar a este nivel y corregir el efecto de las ceramidas.

El equipo de investigación dirigido por López ha sido capaz de descifrar un novedoso mecanismo molecular por el que "las ceramidas, una familia de lípidos que forma parte de las membranas celulares y que constituyen únicamente el 1% del peso seco del cerebro humano, inducen toxicidad en ciertas áreas del hipotálamo". En definitiva, se produce un acumulo de proteínas mal plegadas en el hipotálamo "que provoca que el tejido adiposo pardo se desconecte, quemando menos grasas y promoviendo el aumento de peso y la aparición de diabetes".

Tras los ensayos realizados, López explica que el mecanismo induce ganancia de masa corporal sin aumentar la ingesta de alimentos y, como parte más atractiva, han podido "revertir dicho mecanismo manipulando genéticamente una proteína que se encarga de re-plegar las proteínas mal plegadas". "Como resultado de esa acción, los animales utilizados consiguieron adelgazar sin comer menos, únicamente quemando más grasa en la grasa parda, además de corregir su diabetes", explica el científico, que añade: "es como si tienes un reloj compuesto por muchas piezas, si algunas de ellas se doblan el reloj no funciona bien, pero si consigues un mecanismo que consiga re-plegar las piezas dobladas y volverlas a poner bien, el reloj sí funciona".

Alcance internacional

La investigación del grupo gallego, titulada Central Ceramide-Induced Hypothalamic Lipotoxicity and ER Stress Regulate Energy Balance, sale publicada en la edición de octubre de la revista Cell Reports. En el novedoso análisis el equipo indica que "la inactivación del tejido adiposo pardo por las ceramidas hipotalámicas dificultaría quemar más calorías y producir calor corporal". El mecanismo descrito por los investigadores del CIMUS comparte similitudes con otros descritos previamente centrados en las hormonas tiroideas, los estrógenos e incluso la nicotina y el liraglutide.