No es la primera vez que los investigadores buscan patrones de mortalidad por cáncer por áreas geográficas para intentar determinar la relevancia de los factores ambientales en su incidencia. Ni tampoco la primera que Galicia se ubica entre los primeros puestos en España porque el riesgo de morir por cáncer de pulmón sea más elevado que en el resto o justo por lo contrario en el cáncer de mama.

Un equipo dirigido por el epidemiólogo Gonzalo López-Abente, que ya estudió en otros dos "atlas" la evolución de las muertes por tumores en España entre 1978 y 1998, acaba de publicar un análisis mucho más amplio que aborda dos décadas de fallecimientos por cáncer, casi un millón de casos, entre 1989 y 2008. Y sus conclusiones determinan que en riesgo de muerte por cáncer de pulmón, estómago o próstata (aunque los datos de este último mejorasen) Galicia estaría por encima de la media estatal, y lo contrario en el cáncer de mama.

Este último provocó más de 115.000 óbitos en todo el país en los 20 años estudiados. En el artículo, publicado en la revista "BMC Cancer", los expertos señalan que, a diferencia de lo que ocurre en el oeste de Andalucía, la mortalidad "más baja" por este tumor se registró en Galicia, el Andalucía y el suroeste de Castilla y León.

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Diferencias por sexo

En lo tocante al cáncer de pulmón, que causó casi 350.000 decesos de 1998 a 2008, la distribución es diferente según se trate de hombres -sus principales víctimas mortales, es el cáncer masculino más frecuente- o mujeres. En los varones, los riesgos más elevados de muerte se dan en Extremadura, el oeste andaluz y la costa de Asturias y Cantabria. En lo que respecta a las mujeres, y a pesar de que apenas se observan patrones discernibles, se constata cómo “algunas” localidades de Pontevedra y Ourense registraron exceso de mortalidad a lo largo de los cuatro quinquenios que podría estar relacionado, apuntan, a “la mayor exposición al radón en los hogares de esas áreas”, dado que “coinciden” con las zonas de radiación natural.

También, en comparación con la media de España, los autores señalan que las áreas que mantuvieron un mayor riesgo de muerte por cáncer de estómago -que causó 144.000 fallecimientos- se ubican en localidades situadas “a lo largo” de la costa atlántica de Galicia, donde, señalan, se registran riesgos relativos más altos que en Burgos y Palencia, que podrían estar vinculados a un consumo de “más alimentos curados o ahumados y menos frutas y vegetales” o a exposiciones medioambientales relacionadas con el territorio.

En el caso del cáncer de próstata, Galicia, en los primeros 15 años analizados, fue el área que tuvo el “número más alto” de localidades con riesgo más elevado mientras que ahora es en Huelva y Cádiz, donde saltan las alarmas por una patología que derivó en 105.000 muertes en España.

En cuanto al cáncer colorrectal, los patrones geográficos, indican, no son pronunciados y, entre las mujeres gallegas el riesgo de muerte es inferior a la media estatal, mientras que en la costa de Pontevedra sí se supera la media entre los varones. En el cáncer de vejiga, la mortalidad en Galicia es menor que en el resto del país.

En general, el artículo concluye que los patrones geográficos por mortalidad por cáncer de estómago, colorrectal y pulmón se mantuvieron “estables” en el tiempo y que el de próstata no muestra un claro patrón. Por lo que respecta a las mujeres, sugieren que podría aparecer un patrón espacial en el último lustro en los tumores de mama, vejiga y colorrectal y aconsejan vigilarlo.

Los investigadores recalcan que los tumores deben ser entendidos teniendo en cuenta la “interacción” entre diferentes factores ambientales y genéticos y que los patrones espaciales pueden revelar diferencias en los factores de riesgo y suponer una “significante” contribución “a la hora de establecer políticas para la lucha contra el cáncer en diferentes áreas y grupos de población”.

Para Isabel Lorenzo, expresidenta de la Sociedad Oncológica de Galicia, además de "una responsabilidad de los organismos sanitarios en protección medioambiental", hay que tener en cuenta que el tabaco, la obesidad, la alimentación inadecuada y la falta de ejercicio físico son los principales factores "causales evitables de cáncer".

Lorenzo explica que los autores del estudio, del que destaca su "indudable valor", usan los datos de mortalidad para correlacionarlos con la incidencia, es decir, con el número de casos que se producen una zona y de los que no existe un registro como el de decesos. Alega que las terapias para abordar estas patologías y sus índices de curación son similares en todo el Estado y lo que puede variar, a la hora de provocar que el riesgo de muerte de una zona sea superior al de la media estatal, es que el número de casos sea mayor.

Esta oncóloga recuerda que el primer factor de riesgo para sufrir cáncer en una población es la edad avanzada, por lo que ve "esperable" que en Ourense y Lugo haya mayor incidencia que en poblaciones más jóvenes aunque estén expuestas a menos carcinógenos. También matiza que "para que los factores de riesgo ambientales (contaminación, radiaciones, ciertas infecciones víricas, alimentación...) tengan un efecto carcinógeno suele necesitarse un largo tiempo de exposición".