A esta viguesa de 32 años fue su enorme curiosidad y grandes dósis de valentía las que le llevaron a dedicar su doctorado a indagar en un pequeño brillo en las células tumorales, visible para todos al microscopio, pero al que el resto de investigadores nunca le habían dado demasiada importancia. Fue una apuesta "arriesgada, muy arriesgada", reconoce, que no ha podido salir mejor. El artículo que acaba de recoger la prestigiosa revista científica "Nature Methods" con los resultados de su investigación es el primero que escribe como autora principal. Un estreno a lo grande.

Irene Miranda creció y se educó en la Escola Rosalía de Castro de Vigo, hasta que llegó el momento de ir a la universidad. Optó por la Complutense para licenciarse en Biología y poder especializarse en Genética. "Me gustaba muchísimo la investigación", cuenta. Al terminar y con ganas de mejorar su inglés, hizo el petate y se marchó a Estados Unidos. Logró un contrato para investigar el cáncer de hueso en el Mount Sinai School of Medicine, en Nueva York. Dice que no fue por su expediente, sino por "las ganas y la motivación" que demostró.

Tras tres años al otro lado del océano, regresó para realizar su doctorado y le abrieron las puertas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III. Su propuesta de estudiar el pequeño brillo de las muestras de tumores fue "arriesgada", pero el director del laboratorio, Christopher Heeschen, también le resultó muy curioso que estuviera tan "concentrado dentro de una célula y muy similar al de otra". La respaldó y tenía financiación para apoyarla. Hace casi tres años ya obtuvieron unos "prometedores" resultados preliminares. Cogió una célula tumoral fluorescente y otra sin brillo. Las inyectó en sendos ratones y, en el primero, "de una sola célula se formó todo un tumor". enfatiza Miranda. En el otro, nada.

Ya ha expuesto los resultados en algún congreso, pero no eran oficiales hasta que no estuvieran publicados. Miranda espera una importante repercusión y que sirva de aval al CNIO para atraer mayor inversión.

Ahora le gustaría enfocar su carrera hacia la investigación clínica, la aplicada al paciente, para hallar tratamientos oncológicos personalizados.