La gaita, instrumento musical en Galicia por excelencia, podría remontar su etimología a una palabra gaélica. Los analistas del "Proyecto Gaelaico" acaban de poner sobre la mesa un origen diferente para el término que el aceptado hoy en día. La palabra "gaíth", que significa "viento" en irlandés antiguo es una de las claves de esta nueva tesis lingüística, que enraíza la palabra gallega, portuguesa y castellana en una etimología gaélica.

"Hasta ahora se pensaba que el nombre de este instrumento de viento, tan ligado a la historia de Galicia y a su cultura, tenía su germen en la palabra gótica "gaits" que quiere decir cabra", explican. Puesto que el fuelle del instrumento -la bolsa- suele o solía hacerse con la piel de dicho animal, ese es el origen que recoge hoy en día la Real Academia Española (RAE).

Pero dado que no todas las bolsas de las gaitas están hechas de la piel de este animal, los lingüistas de este colectivo sugieren que la palabra gaita y los sus derivados y variantes proceden de la raíz gaélica "gaíth" / "gáeth" / "gaoth", que significa viento en irlandés antiguo, gaélico irlandés medio y gaélico escocés moderno, respectivamente.

La acepción de gaita gallega de la RAE dice "instrumento musical de viento formado por una bolsa de cuero o fuelle que tiene acoplados tres tubos: el soplete, el puntero y el roncón". Este tipo de gaita sí tiene una bolsa de cuero o fuelle. Aunque se conoce como gaita gallega, "debe tenerse presente que la gaita de fuelle no es exclusiva de Galicia; las hay en Asturias, León, Portugal, Cantabria, Salamanca, Aragón, Cataluña...", aseguran.

"Incluso admitiendo que, tradicionalmente, la bolsa de la gaita de fuelle se hiciese con piel de cabra y que algunos de los instrumentos de viento denominados gaita y carentes de fuelle pudieran estar hechos de cuerno de cabra, la única cosa que tienen en común todos ellos es que son instrumentos de viento", destacan. Y aluden a otros instrumentos de viento conocidos como gaita en diferentes partes de la Península Ibérica y también en Colombia y en Brasil, o en Portugal donde el significado se corresponde con un acordeón.

La importancia estriba según el director del proyecto, Martín Fernández Maceiras, en que "este descubrimiento permite relacionar de forma irrefutable el gaélico y el gallego" y alude a cuatro documentos redactados al respecto. Hasta nueve epígrafes con diferentes palabras se estudian en la tesis referida. En opinión del experto, existen otras muestras que también relacionan la toponimia gallega con legados del léxico gaélico (en Catoira, Vilagarcía de Arousa e incluso Gaia, en Portugal).

En un extenso documento de análisis etimológico, accesible en la página web (www.progael.com), los lingüistas intentan demostrar por medio del uso de algunos de los derivados que dicha palabra gallega y portuguesa tiene su raíz en la palabra procedente de la franja atlántica irlandesa.

Y también aluden a otros ejemplos. En gaélico escocés "gaothar" significa ventoso, igual que "gaothach" en gaélico irlandés. En gaélico escocés se le llama "gaothaiche" a la lengüeta del bordón de la gaita de fuelle, "gaothaire" a la boquilla de la gaita de fuelle y "gaoithean" se emplea para referirse a una persona habladora. Al menos, los nombres de cuatro partes de la gaita de fuelle escocesa derivan de la palabra "gaoth" (viento).

Otra cuestión que destacan en su análisis los analistas citados es que consideran que los derivados de los termos latinos pîpa y pipare coexistieron y aún coexisten con derivados de la raíz "gaíth" del gaélico irlandés antiguo, tanto en las lenguas gaélicas como en las lenguas romances habladas en el oeste de la Península Ibérica. Pibela, significa palleta de la gaita y también una persona que habla mucho, derivado del latín pipa.

Términos derivados

Por ello, les resulta significativo que en gallego se le llama "gaitear" al hecho de silbar el viento. Y que ñas palabras gallegas gaitero y gaitera, entendidos como persona alegre, tienen acepciones similares a los significados de algunas palabras gaélicas como "gaotaire" que es alguien locuaz o hablador.

El Proyecto Gaelaico -que nació como una iniciativa privada e independiente- defiende que donde se habló una lengua, existió una cultura. Es un proyecto de investigación basado en la relación entre las lenguas y las culturas de los pueblos de la Europa Atlántica. Únicamente pretende aportar datos que sean válidos y valiosos para disciplinas tales como la lingüística o la historia.