Más de 500 caballitos de mar de cuatro especies distintas conviven actualmente en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo. La mayoría pertenecen a la tipología "narizón" -o de hocico largo-, la más común en las costas gallegas junto con el caballito de mar común, donde este pez habita hasta a 8 metros de profundidad en las Rías Baixas. Sin embargo, se trata de una especie protegida, cuyas poblaciones salvajes se encuentran en recesión en todo el mundo a causa, fundamentalmente, de la acción humana sobre el medio marino, según explica el biólogo Miguel Planas, jefe del grupo de investigación dedicado a este animal en el IIM.

Con el fin de asegurar la supervivencia de la especie, el grupo de investigación liderado por Planas comenzó en 2006 a buscar técnicas de reproducción en cautividad que permitan recuperar, posteriormente, las poblaciones salvajes. Tras la consecución de este hito científico hace dos años, el 90% de los ejemplares que nacen en el centro vigués consiguen sobrevivir. Desde entonces, centenares de caballitos de mar se concentran en las sus instalaciones de Vigo, a espera de conseguir financiación para poder llevar a cabo su proyecto de repoblación en su hábitat natural.

El éxito de supervivencia contrasta con la problemática generada por el crecimiento constante y progresivo de los ejemplares en cautiverio. "Como resultado de nuestra investigación, criamos una cantidad de caballitos de mar a la que es necesario buscar salida" por lo que, asegura Planas, la demanda de esta especie en el mercado de la acuarofilia les ha permitido suministrar ejemplares criados en Vigo a grandes acuarios de toda Europa. Países como Italia, Inglaterra, Alemania o Portugal ya han ofrecido hogar a más de 700 caballitos de mar vigueses desde que el equipo de investigación logró la cría en cautividad de este pez. Esta misma semana, 66 caballitos de mar salían hacia Dinamarca, donde serán vendidos a especialistas y amantes de la acuarofilia en el país nórdico.

"Entrar en el mercado de la acuarofilia nos permite suministrar ejemplares a grandes acuarios que antes se surtían de la pesca de ejemplares salvajes", explica el científico barcelonés. Al mismo tiempo, añade, la venta de los "excedentes" les reporta un beneficio económico que ayuda a este grupo de investigación del IMM a continuar con sus labores de investigación. Ciertas variedades de este pez pueden alcanzar los 500 euros en el mercado, mientras la variedad "narizón" se vende a un precio aproximado de 70 euros, apunta Planas. En Europa, el instituto de Vigo es uno de los tres únicos centros de investigación dedicados a este pez protegido, junto con un centro ubicado en el Algarve (Portugal) y el grupo de investigación de Gran Canaria, por lo que la oferta de caballitos de mar criados en cautividad es muy reducida.

Además de sus salidas a la Unión Europea, los caballitos de mar se reparten por toda la geografía española, donde residen "en los mejores acuarios del país", apunta el biólogo del IIM. Actualmente, el equipo colabora con VigoZoo en la exposición de ejemplares en las instalaciones del parque zoológico de A Madroa.