Más efectivos para retirar los nidos de avispa asiática e incrementar la instalación de trampas a finales del invierno, para impedir así que aniden. Esa fue la reivindicación y principal conclusión a la que llegaron más de doscientos apicultores, que se reunieron en la casa da cultura de Tomiño para poner en común uno de los problemas que trae en vilo al sector: la avispa invasora que ataca sus colmenas.

"La avispa asiática va a quedarse aquí, vamos a tener que convivir con ella, así que a largo plazo también dará problemas al sector vitivinícola y al de las frutas", vaticinó el secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultores, AGA, Xesús Asorey. Tras la reunión informativa en la localidad pontevedresa, el experto aseguró que en la zona sur de Galicia no han sido muchas las colmenas destruidas o atacadas por estos ejemplares foráneos, pero lo suficiente para generar problemas a los apicultores e incluso alguna picadura. La variante de avispa asiática presente en Galicia (Vespa velutina nigritorax) mide entre 2,5 a 3 centímetros ("no es de las más grandes entre los avispones", indicó) y muestra una coloración "muy característica y reconocible", con un abdomen completamente negro que evoluciona al naranja en la punta y unas patas también negras o marrones oscuras en la parte próxima al cuerpo pero naranjas en el extremo exterior.

Las actuales trampas que marca el protocolo de actuación de la Xunta son "insuficientes" y "poco efectivas" en opinión de este experto, que aboga por reforzar la instalación de estas trampas a finales de invierno y cerca de "las camelias japónicas", para evitar así que las avispas realicen sus nidos; es decir capturaría a las reinas fundadoras de las colmenas. En la reunión también pusieron en común algunos de los líquidos atrayentes o venenos domésticos que los apicultores usan en sus trampas. En el programa de vigilancia y control de la Xunta contra la avispa asiática asesoran sobre la elaboración de trampas caseras y se refieren sobre todo a líquidos atrayentes, como aguas azucaradas, vino o cerveza negra.

Trampas con feromonas

Sin embargo, un técnico vasco del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Jesús Félix Barandika, consultado ayer por posibles estrategias para combatir la expansión de la avispa asiática se refirió al uso, ya propuesto anteriormente, de una feromona sintética con la que atraer grandes cantidades de esta especie y poder así reducir sus números.

Barandika considera que " los pequeños apicultores, que a diferencia de los más negocios más profesionales, "no practican la trashumancia" durante el verano son quienes se exponen de forma mayor a ataques de la avispa asiática, son "mucho más vulnerables".

Con respecto a la expansión de ejemplares se ha referido al ejemplo de la provincia de Guipúzcoa, donde los primeros nidos aparecieron en 2010 en torno a San Sebastián e Irún. Desde allí, la avispa asiática se expandió de forma "rapidísima", llegando a cubrir la mitad de la provincia en 2011 y la provincia al completo en 2012, cuando fueron retirados o destruidos cerca de 1.000 nidos.