La parroquia de San José de Ribarteme, en As Neves, celebró ayer, como cada 29 de julio, la Romería de Santa Marta en la que miles de fieles asistieron a los actos religiosos. La peculiaridad en esta fiesta es que algunos de los ofrecidos son portados en féretros; siendo este año cuatro los que salieron en procesión.

Los ataúdes se colocan en la puerta de la iglesia con el nombre de los que van a introducirse en él. En esta ocasión, uno de ellos estaba cerrado; era el de Chelo Ortega que con la mortaja y descalza, optó por caminar en procesión debajo del ataúd que portaron familiares y amigos suyos. A Chelo, vecina de As Neves, le daba fobia introducirse en él y, por eso, su ofrecimiento fue así. Otro de los féretros lo ocupó Karina Domínguez, una joven también vecina de As Neves. Era el segundo año que se ofrecía pero, al igual que Chelo, prefirió no desvelar el motivo por el cual se había ofrecido. Karina le pidió a sus amigos y familiares si le hacían el favor de portar el féretro y "ellos siempre dicen que sí", aseguró. María Evers fue otra de las mujeres que se introdujo en los féretros. Era la segunda vez que lo hacía, en esta ocasión, por sus dos nietas y por ella. Como no tenía quién la portara, la sacristana, Marta Domínguez, se encargó de buscar gente que voluntariamente ayudase a María en su ofrenda. Todas las ofrecidas se mostraban emocionadas y nerviosas antes de introducirse en el féretro y salir en procesión. El otro ataúd fue ocupado por un joven de Moaña.

Los ataúdes utilizados los cede la parroquia a los ofrecidos pero "deben solicitarlo como mínimo dos meses antes", dijo Marta Domínguez. Esta joven sacristana lleva diez años colaborando con la parroquia y es la persona encargada de gestionar el alquiler de los féretros. "Uno de los ofrecidos lleva desde el año pasado esperando" ,afirmó aclarando que cuentan con cinco ataúdes, de ahí que sea necesario solicitarlos con antelación. Por el alquiler de los mismos no les exigen una cuota fija, sino que cada uno paga la voluntad, según sus posibilidades, pero, "en tiempos de bonanza hubo quien llegó a abonar hasta 600 euros por uno de los ataúdes", manifestó Marta. Al terminar la misa, la imagen de Santa Marta, acompañada por San Benito y la Virgen del Carmen, presidió la procesión seguida de los devotos y los ataúdes que salieron a su paso. La Banda de Música Xuvenil de Xinzo tocó durante el recorrido que duró más de una hora.