Mayo Rey es una región al norte de Camerún donde la escasez de pozos obliga a gran parte de sus mujeres a andar entre siete y diez kilómetros a pie cada día para conseguir agua. Desde hace años, la ONG Pozos de Agua Mayo Rey, con sede en Vigo, recauda fondos para construir allí pozos y hacer más sencilla y salubre su vida. Hasta allí, se desplazó la documentarista viguesa Xisela Franco para plasmar en documental la supervivencia de este pueblo y la proeza de la asociación gallega para ayudarlo. El resultado es "Camerún, ao Norte" que la TVG2 emite este sábado, día 28, alrededor de las 00.15 horas en Zig Zag Eirado.

"Pasamos unos doce días allí durante unas Navidades. fue una experiencia muy transformadora. En principio, iba con la idea de grabar cómo se ponía en marcha la maquinaria para construir los pozos que llegaba en containers. Pero surgieron problemas. Los primeros días fueron de desazón porque no llegaban los containers. Las dificultades que tuvo la ONG Pozos de Agua Mayor Rey allí fueron muy grandes", explica la directora del documental.

La viguesa añade que su fin fue ofrecer también una visión etnográfica y poética de los pueblos que allí viven así como del esfuerzo de la ONG para realizar su trabajo, para el que contó con el beneplácito del emir de esta zona musulmana, una especie de rey que pone voz al documental. "Él es la máxima autoridad allí. Hasta el final del documental no sabes que quien ha estado hablando ha sido él, una persona que no puede tener contacto con la gente, ya que está considerado casi como un Dios por ser la autoridad religiosa, política y jurídica máxima de la zona", detalla Xisela Franco.

Además de este trabajo, la cineasta viguesa tendrá otro estreno el sábado. Este segundo será en el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI). Se trata de "Anima urbis", un documental de unos 70 minutos que grabó años atrás en Toronto, Canadá, y que acabó siendo su tesis para el máster que realizó en la York University donde fue pupila de Phil Hoffman, "el padre del diario documental canadiense".

En "Anima urbis", Franco ofrece su visión de extranjera en Canadá mientras retrata su vida. "Fue en aquel país, observando la urbe, donde recordé con verdadero afecto el origen, los recuerdos", detalla. El filme fue rodado en Super 8, 16 milímetros y vídeo (los dos primeros, formatos de cine vinculados al amateur y casero) y recoge un símil entre el drama de escoger entre las imágenes tomadas para el montaje y las opciones que se deben elegir en una vida donde todos las posibilidades parecen importantes.

Por último, la documentarista participa en el Festival Super8 en A Coruña con la pieza Hyohakusha, en la que trabajó con Ánxela Caramés y que establece un puente entre Japón y Galicia.