El bioquímico y experto en oncología molecular Mariano Barbacid cerró ayer en Santiago los "Martes Clínicos" organizados por la Fundación La Rosaleda, que esta edición se centraron en el cáncer, con una conferencia en la que abordó el futuro de las terapias personalizadas.

-Cada cáncer es diferente en cada persona. La terapia personaliza ¿significa terapias para cada uno?

-Eso será cierto algún día. Esa es la dirección, pero aún queda mucho que recorrer. Se trataría, basándose en el patrón mutacional, el conjunto de mutaciones que tiene un cáncer, de aplicar la mejor terapia posible, la más específica para ese patrón. Pero aún tenemos muy pocos fármacos, por eso no quiero que la gente piense que es personalizada, que los fármacos "son para mí y no para otra persona". Eso algún día pasará, pero no hoy. Lo que sí hay es que donde antes hablábamos de un tumor, hoy en día decimos a ver qué mutaciones hay y dependiendo de eso se le da al paciente un fármaco u otro. Pero estamos en los albores de ese tipo de terapia.

-Siempre insiste en la detección precoz de los tumores. ¿Por qué?

-Debemos potenciarla al máximo por dos motivos. Uno, por la propia salud del individuo. A veces digo que los únicos que curan, con mayúscula, el cáncer, son los cirujanos cuando lo extraen, pero para que puedan extraer un tumor y curarlo tiene que ser primario, no haberse extendido, y eso solo se puede hacer con una detección precoz. Además es muchísimo más barata una operación que un tratamiento de cinco años. Es de sentido común. Pero la mayor parte de los tumores no pueden detectarse precozmente porque no avisan. El tema es complejo porque el cáncer aparece prácticamente en todos nuestros órganos y no podemos estar haciéndonos chequeos o TACs todos los días.

-Si hubiera que financiar alguna campaña, ¿cuáles sugeriría?

-No soy médico y tal vez diga una barbaridad, pero, por sentido común, los tumores externos. Podemos hablar de mama, porque una persona que se detecte un bulto, si está concienciada, si hubo una campaña de información, irá al médico. El de próstata no es tan fácilmente detectable de forma no invasiva, pero también puede serlo. En el de colon, aparte de la colonoscopia, hay ensayos para detectar células tumorales de forma relativamente barata. O el melanoma, los cánceres de piel, si un lunar empieza a crecer. Todas estas campañas de información tienen un beneficio tremendo en la sociedad y al tiempo ahorran mucho dinero, por lo que creo que todo lo que se invierta en eso bien invertido está.

-Un país no puede ser puntero sin investigación, asegura usted.

-Eso es obvio;_lo sabemos todos menos el Gobierno.

-¿Algún argumento para que las autoridades inviertan más en I+D+i?

-Se les ha dicho ya muchas veces y no lo hacen. Es evidente que no lo quieren hacer. Habrá que esperar a tener un Gobierno más proclive a la innovación, al futuro, y que en lugar de dar dinero a los bancos, dé el dinero a la investigación, a todo lo que sea desarrollo, todo lo que sea innovación, todo lo que sea tener un futuro mejor.

-¿Está perdiendo posiciones España en investigación?

-España tuvo un repunte importante, sobre todo con la creación de centros nuevos, como el que monté yo, el Centro de Regulación Genómica u otros que se crearon en Valencia, Sevilla o Galicia. Fue una especie de renacimiento de la investigación y pese a una inversión ínfima comparada con los 23.000 millones que se han tenido que dar a Caja Madrid, hubo un florecimiento de la investigación que fue la admiración de Europa. Es triste que los gobernantes no valoren esto. Se habla mucho de la marca España, sin embargo ese prestigio que adquirió el país en la última década se ha perdido.

-Se notan los recortes...

-Ha habido un recorte tremendo en dinero para proyectos, un 30%, lo que te deja casi en cuadro. Se ha recortado mucho en los contratos de gente joven, que hoy en día se está quedando casi sin posibilidad de trabajar en España y eso es una tragedia porque la edad media de los trabajadores de plantilla del Consejo es de 54 años y eso es una barbaridad porque no hay savia joven y la grandes ideas siempre han venido de savia joven.

-¿Qué habría que hacer?

-Crear plazas de investigadores. No estoy a favor de las plazas vitalicias -en el CNIO no tenemos funcionarios, los contratos son indefinidos y pueden rescindirse si el investigador no produce-, pero sí de contratos estables para que una persona pueda planear su vida en los próximos 10, 15 o 20 años y no dependa de que la beca se le acabe en 2, 4 o 5, como está sucediendo o sucedió con los beneficiarios del Ramón y Cajal. Un investigador sin estabilidad no puede rendir.

-Su grupo aguanta...

-Porque la mayor parte de mi financiación proviene de fondos europeos. Si dependiera de la financiación española, ahora estaría probablemente leyendo el periódico.