El sector vitivinícola gallego se opone a la inclusión del vino en la conocida como 'Ley del alcohol' que prepara el Ministerio de Sanidade, al considerarlo "un ataque directo" al sector. Aunque comparten el fin último del documento, consideran que incluye medidas "absolutamente desproporcionadas". Tras revisar el borrador que prepara el Gobierno y analizarlo en reuniones de los Consejos Reguladores, los bodegueros gallegos consideran que contradice a la actual Ley de la Viña y el Vino (aprobada en 2003), que define al vino como un "alimento".

Las cinco Denominaciones de Origen gallegas se suman a la exigencia de la Conferencia de Consejos Reguladores de España, (Cecrv) que solicita "la exclusión del vino de un texto cuyo enfoque es completamente equivocado". El "Anteproyecto de Ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores y sus efectos" -en su nombre completo- y tal y como está redactado ahora, equipara el vino y la cerveza a la misma consideración que cualquier otra bebida de más de 1,2 grados de alcohol y, por tanto, lo somete a idénticas restricciones en publicidad y etiquetado que la ginebra o el whisky.

"Empezamos a movernos porque nos jugamos mucho; en las D.O. de Galicia están escandalizados", comentaron ayer fuentes del sector tras conocerse que otras comunidades vinícolas como Castilla La Mancha y La Rioja (con dirigentes autonómicos del PP) se oponen a la norma.

El Secretario General del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, Ramón Huidobro -que forma parte en la Conferencia española- reconoce que llevan varias semanas manteniendo reuniones. "El vino es un alimento y tratémoslo como tal; no pinta nada en esa Ley". De todos modos y vaya por delante, asegura que hay que incidir en la prevención de una ingesta abusiva: "No queremos que la gente se acerque al vino para emborracharse, sino para disfrutarlo". Así, propone "buscar un enfoque constructivo que no demonice el producto y asumir la necesidad de educación y protección del menor, además de que se eduque a la juventud en pautas moderadas de consumo.", explica Huidobro. Y se refiere a la puesta en marcha en España del programa europeo Wine in Moderation,.

El presidente D.O. de O Ribeiro, Miguel Ángel Viso incidió en la misma postura. "Las D.O. gallegas llevamos mucho tiempo manteniendo la misma postura: eduquemos a la población en el consumo del alimento, pero defendamos el vino". "No es una postura única ni individual", avanza también el experto de Rías Baixas.

Yendo a las cifras, solo el 8% del alcohol que se consume es vino, aseguran. Consideran que no son los últimos "responsables" de lo que ocurre en botellones, donde los jóvenes beben preferentemente bebidas destiladas. "La caída recurrente del consumo per cápita ilustra que el vino no es la causa de los daños generados por el alcohol", aseguran en el documento. "Meter al vino en el mismo saco que las bebidas de alta graduación es improcedente".

Esos y hasta siete argumentos entre los que destaca que "el vino está incluido en la pirámide alimenticia que, con el respaldo de la comunidad científica, describe la dieta mediterránea" tratan de rebatir su inclusión en la Ley del alcohol. "Una estrategia basada en la prohibición, en la represión y en la demonización y marginación del producto no conduce a nada". Además, sostienen que la regulación "con el pretexto del menor, restringe e interfiere en el consumo por parte de personas mayores de edad". ¿Un chiringuito de playa cerca del que hay niños podría servir vino?, se preguntan, ¿y el escaparate de una vinoteca?