El niño de 7 años Álex Guntín y con parálisis cerebral acaba de conseguir financiación a través de una campaña de tapones solidarios para un tratamiento intensivo de "Therasuit", cuyo valor ronda los 2.600 euros. El pequeño vigués se beneficiará de una rehabilitación con un equipo de alta tecnología, que probará en un centro de A Coruña. Comenzará a tratarse en el mes de septiembre, según indicó ayer su madre, Vanessa Álvarez, en compañía de la Fundación Amigos de Galicia que promueve la iniciativa. La Fundación quiso presentar el arranque de una nueva campaña para recoger más tapones para el niño porque "queremos seguir recaudando solidaridad para ayudarles", según Jesús Busto, el presidente de la Fundación. Junto a Álex, su padre Aitor Guntín y su hermana Alma, celebraron la noticia.

"Alex tiene ansias por trabajar", comentó orgullosa su madre. "Le falta tono muscular en la zona del cuello", que tratarán de ganar en sesiones de tres horas de duración con ese nuevo tratamiento para mejorar cuestiones como la postura del niño. No pierden la esperanza porque saben que una de las claves es la constancia. Por eso, al tratamiento se unen varias sesiones semanales de fisioterapia y logopedia semanales.

El niño Álex sufre un grado de minusvalía física y psíquica desde que nació, valorado por la Consellería de Benestar en un 87% y el año pasado pudo ya acceder a un tratamiento pionero en Madrid. Entonces, los beneficios fueron evidentes para sus familiares. El pequeño parecía haber mejorado el apoyo de los pies sobre el suelo y en su postura. "El tono central aumentó y se observó que es capaz de mantener el tronco recto", afirman sus padres. Por eso luchan sin cuartel, apoyados por miles de donantes de tapones. Primero, ellos mismos trabajaron en la recogida de tapones con el banco de tapones de Tomiño (Baixo Miño) y con la Fundación Seur desde hace dos años. Y ahora lo hacen con la Fundación Amigos de Galicia.

Vanessa Álvarez explicó ayer que "en septiembre comenzará con este tratamiento. Me gustaría que los padres de otros niños gallegos supieran que existe esta oportunidad". "Es intensivo durante un mes, tres horas diarias", explica la madre que tiene esperanzas en el avance en la movilidad de Álex.

El anterior tratamiento fue con "Lokomat", una rehabilitación robotizada pediátrica, que se utiliza "para rehabilitación neuropsicológica y que puede tratar a pacientes infantiles que sufren daño neurológico en movilidad de los miembros inferiores". Álex es un niño que sufre leucomalacia periventricular con tetraparexia espástica. Por eso tiene la musculatura poco desarrollada y eso le impide caminar y le provoca muchísimos dolores. El aparato trata de educarle para caminar.

"Es un trabajo duro, pero el traje que le ponen y que le permite simular cómo caminar, hace que grabe en su cerebro patrones de equilibrio", explicó su madre. Si Álex camina mal, la máquina se parará, describen. Con todo, esperan ilusionados a que llegue el mes de septiembre.