"La emoción dos viños", en su tercera edición, atrajo hasta el claustro de la catedral de Tui a más de 300 visitantes, entre ellos una mayoría de especialistas, además de importadores y distribuidores, que apreciaron el fruto del trabajo de pequeños viticultores, enamorados de su profesión, en una cata que superó las expectativas de la organización, a cargo de la sumiller Marina Cruces, de Viñoteca de García.

Los viticultores llegados desde diversos puntos de Galicia, Asturias, Cataluña, Castilla, Portugal, Alicante, Sierra de Gredos, Priorat, La Orotava.... Entre las peculiaridades, está la etiqueta del albariño reserva Edmun do Val, que varía de intensidad de color para indicar la temperatura óptima de la botella. Además es una muestra de la buena mezcla que se da entre Valença, donde están los viñedos y se elabora el viño, y Tui de donde son los vitivinicultores, la familia Ruibal, un aspecto que resaltó el alcalde de Tui Moisés Rodríguez, que junto al vareador de Valença José Monte y el concejal José Ángel Villaverde, apareció como catador.

Historia puede contar Begoña Troncoso, de Sela (Arbo) que presentó su albariño joven de 2012 y un vino biodinámico de "un proceso de integración del hombre con la naturaleza". Para combatir plagas utiliza estratos hidroalcohólicos de plantas de la finca e infusiones y dosis bajas de cobre. Trabaja ella sola dos hectáreas y media de viñedos. El vino de Bairrada (Portugal) presentó también espumante, aguardientes. El bodeguero, Mario Sergio Alves, habló del vinagre de diez años. José Luis Aristegui, de Valdeorras, apuesta por el vino de autor, con variedades como la garnacha tintorera.

Burbujas del albariño brut nature y extra brut, además de un espumoso rosado que tendrán en Navidad, pudieron catarse en el claustro, presentados por sus autores, de Arbo. Roberto Regal, de Chantada, ofrecía la posibilidad de alquilar un viñedo durante un año en Chantada (Lugo), para "construir" un vino de variedad mencía.

De Alicante llegaron variedades diversas, entre ellas las de viñedos del parque natural de La Mata de Torrevieja, como el moscatel seco. Vinos de Barbanza y Betanzos, con blanco legítimo de la calidad del albariño que se está recuperando, dieron más peso al certamen, al igual que el albariño 2013 de Gerardo Méndez, de O Salnés.