"La copa que las comunidades cristianas consideraron que era la Copa de Cristo es la que se trasladó a León en el siglo XI procedente de Egipto y después de pasar por Denia, y esto es una afirmación rotunda, sin lugar a error. Quienes sostienen que está en Valencia lo hacen sin datos alguno, basados solo en la tradición". Eso afirma la medievalista Margarita Torres, que dio una charla sobre "El cáliz con el que Jesús celebró la Última Cena ((El Santo Grial está en León)".

Presentada por el periodista de Onda cero Rafa Valero, la historiadora contó que todo se inició en 2010 con un trabajo de investigación que ella empezó con José Miguel Ortega, financiado por la Consejería de Cultura, sobre las piezas de procedencia islámica que se encuentran en la basílica de San Isidoro. "Lo que no era más que un estudio local sobre la presencia de objetos de procedencia musulmana en el siglo XI tuvo tal impacto internacional, al hallar claves que situaban en León el famoso Santo Grial, que nos sentimos desbordados", afirmó ella. "Ahora sostenemos no que en ese cáliz bebiera Cristo sino que eso es lo que le atribuyen las fuentes inequívocamente documentales desde el año 400".

"La localización de un arca de plata del visir Sadaqa ibn Yusuf -explicó- hizo que se enviase a un documentalista a Egipto para profundizar en el tema. La sorpresa tuvo lugar un día en que éste nos llamó, y nos dijo que nos sentáramos para recibir la noticia. Había dado con los pergaminos que han resultado claves para averiguar que la Copa de Jesús que le fue arrebatada a la comunidad cristiana de Jerusalén fue trasladada a León desde Denia, cuyo emir había respondido a la llamada de socorro lanzada desde Egipto durante una terrible hambruna.

Un puzzle que encaja

La falta de una esquirla del cáliz, que saltó durante su viaje a Occidente es otro de los rasgos que apoyan la argumentación de los historiadores, soportada también con otros hallazgos documentales. "Ahora encajan todas las piezas de un enorme puzzle que estaban deslabazadas", señaló, antes de reconocer que quedan muchas preguntas por responder sobre, por ejemplo, dónde estaba el cáliz hasta el año 400, que es desde donde está documentado.

"La primera vez que aparece identificado este cáliz como de Cristo -afirmó- es en el año 400, o sea que desde el 33 no hay datos. Y hallamos fuentes diversas, no solo cristianas, que lo situaban en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y en una capilla llamada precisamente 'del Santo Cáliz' Allí estuvo hasta el siglo XI, en que se va a Denia y luego a manos de Fernando I de León, entonces el más poderoso de la cristiandad peninsular, temido por los musulmanes, divididos en disputas internas".

Más por lo menudo, la historiadora explicó que procedente de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Copa de Cristo viajó a España en el siglo XI como regalo del poderoso califa de la dinastía Fatimí, que gobernaba Egipto, al emir de Denia. El cáliz fue entregado en señal de agradecimiento después de que el de Denia enviara un gran cargamento de víveres a Egipto, en un año de gran hambruna

Este príncipe musulmán -dijo- se lo había solicitado al de Egipto y se lo entregó a Fernando I (1037-1065), rey de León, para garantizar la paz entre los dos reinos. La investigación histórica basada en estos documentos resuelve el misterio que rodeaba a una de las reliquias más buscadas de la cristiandad, fuente de mitos legendarios como el ciclo artúrico".

Y también la citada esquirla. Otra de las evidencias que apoyan la tesis de estos dos historiadores comentada por Torres es que, según recogen los pergaminos egipcios, durante el traslado de la reliquia a León una de las esquirlas del cáliz se saltó quizás a consecuencia de un golpe . "Esa misma esquirla le falta al cáliz denominado hasta ahora cáliz de la Infanta Doña Urraca, hija de Fernando I el Grande, y que está ubicado desde el siglo XI en la basílica de San Isidoro.

Además, la datación de la copa. "No se ha podido realizar mediante la prueba del Carbono 14 -dijo- por no tratarse de un resto orgánico, sino que se ha realizado mediante un completo estudio de acuerdo a su tipología, y ha demostrado que pertenece al periodo comprendido entre el siglo I antes de Cristo y el I después de Cristo, lo que coincidiría también con el momento en el que se cree que Jesús utilizó el Santo Grial. Hubo una noticia en prensa según la cual habíamos utilizado carbono 14, que no sabemos de dónde pudo salir".