La inesperada y fatídica muerte del chef madrileño Darío Barrio, propietario del restaurante Dassa Bassa, a causa de un accidente en un espectáculo en Jaén de su deporte favorito, salto BASE (una modalidad de paracaidismo) ha conmocionado a sus colegas -y amigos- del gremio gallego, donde es muy conocido. Mientras se investigan las causas del siniestro, que pudo deberse a una incorrecta trayectoria de vuelo o a un cambio de la dirección del viento, el mundo culinario en Galicia se une al pesar de sus familiares. Paradójicamente Barrio -que falleció a los 42 años y con dos hijos- participaba en ese festival para homenajear a su amigo Álvaro Bultó, fallecido en 2013 en los Alpes suizos.

Darío Barrio visitó Galicia en numerosas ocasiones, movido por sus dos pasiones: la cocina y el deporte. Así, se le recuerda en las Rías Baixas en una batea, comiendo ostras o con el también chef madrileño Paco Roncero, corriendo la carrera popular del Concello de Cambados hace unos tres años. Ambos cocineros compartían amistad y amor al deporte.

Muchos de sus colegas en Galicia galardonados con estrellas Michelín se confiesan en estado de shock, aunque reconocen que la descarga de adrenalina era un condimento básico en la vida de Darío Barrio y que murió "haciendo lo que más le gustaba".

"Fue como un mazazo. Cuando me enteré rompí a llorar como un idiota; no daba crédito", reconoce aún con cierta emoción el chef gallego Pepe Solla, amigo personal de Darío. "Era un tío con una fuerza vital inmensa. Estuve con él en Madrid recientemente y siempre tenía una sonrisa", destaca Solla desde su restaurante en Poio. "Era muy un buen comunicador y tenía un don de la proximidad increíble. Hice un show cooking con él y me di cuenta de ese don que él poseía, además de ser súper comprometido y muy íntegro". Se refiere Pepe Solla a una escena que presenció y en la que Darío Barrio defendió a un compañero ante expertos de la crítica.

El chef de restaurante Pandemonium en Cambados, Antonio Botana también manifiesta su pesar: "La noticia nos sobrecogió por la noche y estuve recordándole. El año pasado nos acompañó en el décimo aniversario del Grupo Nove". "Estuvo aquí con el escultor Manolo Paz y compartimos un día muy bonito en Castrelo", recuerda. Con respecto a su carácter, lo define también como "una persona súper cercana y divertida, pero a la que le gustaba mucho el riesgo".

"Era súper querido en el mundo de la gastronomía por su carácter, a pesar de haber triunfado tanto en la cocina como mediáticamente, era humilde", destaca el chef vigués del restaurante Maruja Limón, Rafa Centeno.

En lo que respecta a su forma de hacer cocina, "Darío fue uno de los motores de una nueva forma de hacer cocina y romper moldes; la cocina contemporánea", destaca Pepe Solla. "Como cocinero, renovó el recetario madrileño, partiendo de la tradición hizo esa cocina de vanguardia partiendo del acervo cultural", coincide Antonio Botana. También destaca que "pregonaba la vida sana" Rafa Centeno, que añade que "no se influenciaba por las modas y su cocina, muy bien elaborada, estaba pendiente de que todo fuera muy sano".

Las redes se convirtieron ayer en un hervidero de mensajes de condolencia y apoyo a la ex mujer e hijos del cocinero, amante de los deportes extremos. Por ello, todos le desearon un "feliz viaje".